el romance trae vestido ୧୨ hyunlix ✓

VII

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[ smut ]

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—Mmgh —gimoteó Felix removiéndose en la cama esa noche calurosa.

Su cuerpo cubierto por la ropa de cama y por las sábanas se sentía sofocado como si cada centímetro de piel estuviese sobre brasas ardientes. Se restregaba en la cama y daba vueltas sobre ella intentando menguar su calor, pero nada estaba dando resultado y a cada segundo su cuerpo se incendiaba más y más.

Su mente estaba atormentada por los recuerdos de esa tarde cuando HyunJin fue..., tan abierto como nunca Felix imaginó, tan cálido y dulce que lo dejó sin aliento. Ese HyunJin era todo lo que Felix siempre admiró en un hombre, ser tan único y sin vergüenza de ello, además, claro, de la magnética sexualidad que encendía a Felix como la guerra en el corazón de los soldados.

Esa chispa de lujuria...

Eso era. Por la atracción que sentían era que estaba caliente como una gata en el período de calor.

Pensó en tomar un baño, pero a esa hora sólo conseguiría agua helada que terminaría enfermándolo y no estaba dispuesto a pasar en cama durante esa temporada tan bonita.

Retiró las sábanas sobre su cuerpo quedando cubierto únicamente por las delicadas piezas de encaje que cubrían su pecho y su intimidad. Dirigió sus manos hasta sus pezones, levantando la tela hasta poder tocarlos, acariciando suavemente la erguida punta que se friccionaba deliciosamente contra el encaje.

—Oh, sí —jadeó, dándole un fuerte apretón que le hizo delirar.

Su mano izquierda comenzó a vagar sobre su piel, dibujando patrones inciertos a medida que avanzaba y provocaba espasmos deliciosos en esta.

Recordó el sensual rostro del Conde, sus rasgos serios, pero sensuales, sus labios esponjosos e incitantes. Deseaba besarlo, acariciar con sus belfos los de HyunJin, lamiendo su boca y dejándose deleitar con su sabor. Aunque muchas veces estuvieron cerca de besarse nunca llegaron a culminarlo y las ansias estaban matándolo.

"Deseo tanto probar tus labios y enloquecer con sólo un roce", pensó entre gemidos que se escapaban de sus labios a medida que su zurda se filtraba bajo su prenda inferior, tocando su erguido miembro casi con miedo.

—Te deseo —susurraba—. Quiero sentirte sobre mí.

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Subiendo y bajando su mano alrededor del falo se dejó llevar por el placer, acariciando el glande mojado deseando que fuese la boca de HyunJin la que le diese tal placer.

Con los ojos cerrados dejó su pezón de lado y se dispuso a retirarse la lencería inferior, tirándola lejos sin importarle. Así pudo abrir las piernas y tantear con sus dedos la calidez de su entrada que se abría y cerraba ante el deseo de ser llenada.

HyunJin siempre se jactaba de su hombría y de sus habilidades en la cama, y era los rumores sobre ello que hacían a Felix imaginarse una exquisita fantasía donde tenía al Conde entre las piernas, con el miembro del hombre erecto y curveado hacia arriba. Tan mojado que se deslizaría con facilidad por su apretado agujero.

Felix acarició el anillo de músculos alrededor, sus yemas jugando en la rugosa superficie hasta que la desesperación fue más que su cordura. Llevó los dedos índice y medio de la diestra a su boca y los lamió, los ensalivó con obscenos movimientos de su lengua, succionándolos como si se tratara de la gruesa polla de HyunJin.