XVII

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(Avrile Lavigne – When you're gone)

Siempre necesité tiempo para mi,

nunca pensé que te necesitaría ahí cuando lloro.

Y los días sientan como años cuando estoy sola.

y la cama donde te acuestas, está sin deshacer por tu lado.

Vestido con una bata gruesa, Felix salió corriendo por el pasillo, llamando a HyunJin a gritos mientras sus lagunas lagrimosas se derramaban a por doquier. Sus pies descalzos resonaron contra la madera al ritmo de su alocado corazón. Bajó por las escaleras y en el salón se encontró con sirvientes que parecían verlo con lástima. ¡No! Él no quería la lástima de nadie, no por HyunJin, no por amar. Abrió la puerta y un viento helado envolvió su cuerpo y tal cual un balde frío, reparó en que no había HyunJin, se marchó como lo predicho en la carta. Entonces, lloró mares amargos y entre susurros lo llamaba, aún con la esperanza de que todo ello fuese sólo un equívoco. Pero, igual que sus lágrimas al caer sobre el piso, sus sollozos y llamados se perdían con el viento.

—No llores, Felix, ese hombre no vale la pena.

La voz de MinHo a su espalda lo tomó desprevenido, mas poco o nada podía importarle cuando lo único que podía escuchar era su corazón triturado contra sus oídos y la sangre que derramaba por su cuerpo.

Cuando te alejas, cuento los pasos que das,

¿Ves cuánto te necesito ahora mismo?

De rodillas sobre el piso, Felix quiso ocultar su rostro mojado entre sus piernas, hacerse un ovillo y refugiarse en la oscuridad hasta que el dolor de la pérdida pasara. Pero, ¿cuánto le tomaría recuperarse?, ¿alguna vez lo haría?

—Se ha ido —balbuceó entre sollozos.

—Los sirvientes me dijeron que salió a prisas antes del alba, ni siquiera yo lo supe hasta que me lo dijeron hace poco.

—... Me dejó.

Su hermano lanzó un bufido y Felix supo que él estaba enojado. MinHo lo tomó por los hombros e intentó ponerlo en pie, mas la reticencia de Felix parecía pesar como una tonelada. Finalmente, cuando lo tuvo entre sus brazos quiso llevarlo al comedor, pero, nuevamente, Felix se negó y simplemente regresó entre pasos torpes a su recámara.

Era como un alma en pena, sollozando por los pasillos en busca de la salvación.

Cuando te vas,

los pedazos de mi corazón te están echando de menos.

Cuando te vas,

el rostro que llegué a conocer también desaparece

Cuando te vas,

las palabras que necesito oír

siempre hacen que consiga sobrevivir al día

y hacerlo bueno, te echo de menos.

De nuevo en su recámara, su llanto silencioso se convirtió en gritos desesperados que se podían escuchar en toda la casa. Felix cerró la puerta y buscó nuevamente la carta de HyunJin y, como la primera vez, las tres palabras iniciales le destrozaron el corazón.

el romance trae vestido ୧୨ hyunlix ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora