-¡Eres idiota Kevin!- le grito al chico alto, moreno y de ojos verdosos, que acaba de tirarme su plato de espaguetis encima.
-¡Idiota tu, que no miras por donde vas!- grita ahora él, haciendo que toda la cafetería, como de costumbre, se fije en nosotros esperando a que demos el visto bueno para que se empiecen a tirar la comida unos a otros.
-¿Ah si?- pregunto arqueando una ceja. Y sin dejarle responder cojo los pocos espaguetis que quedan en mi plato y se los echo dificultosamente por el pelo.
-¡GUERRA DE COMIDA!- grita el mismo de siempre cada vez que pasa esto. Todo el mundo se empieza a tirar comida, menos Kevin y yo, quien por primera vez se ha quedado mirándome con esos ojos verdosos de una manera diferente hasta ahora.
De la nada, una manzana impacta en su cabeza haciendo que yo me ría muy fuerte y mire a todos lados esperando ver quien había sido. Mi hermano mayor, Tyler.
Tyler tiene 19 años, dos mas que yo, y este es su ultimo año en el instituto, lo que significa que este es mi ultimo año de máxima protección y e de aprovecharlo al máximo, aja.
Corre a por mi para sacarme de la cafetería, si me ven otra vez involucrada en otra guerra de comida, me expulsaran una semana entera o peor, me pondrán a hacer horas extra limpiando la cafetería junto con Kevin, y haría cualquier cosa porque eso no sucediese jamás.
-Kayla, por favor, digame que no tiene nada que ver con el espectáculo que hay en la cefetería.
-Por primera vez señor, no. Cuando me cayeron espaguetis encima salí corriendo porque sabia que me culparían a mi.- dije tratando de sonar lo mas convincente posible.
-Esta bien, vaya a los vestuarios a ducharse.- me dice el amable señor director. Solo es amable conmigo cuando esta mi hermano delante, porque obviamente, al ser el mejor jugador que ha tenido este instituto, el prestigio que tiene es soberano.
Corro hacia los vestuarios, seguida por mi hermano, que querrá una explicación, seguro.
-A ver ya, dime que pasó.- me dice un poco sofocado. A pesar de ser el mejor jugador, yo corro mas que él.
-Pues que el imbécil de Kevin me ha tirado encima los espaguetis, aposta.- recalco antes de que me diga nada.- Y decía que había sido un accidente y le he tirado mis espaguetis encima a modo de venganza.
-¿Qué voy a hacer contigo Kay?- se pregunta a si mismo a la vez que se rasca la nuca. ¿Por qué mi hermano es tan jodidamente sexy?
-Tu sabrás, yo me voy a dar una ducha.- digo antes de darle un sonoro beso en la mejilla. Entro en el vestuario de las chicas y busco mi taquilla. 321. Cojo el champú, la esponja y el gel. Miro en la caja de las toallas y afortunadamente hay unas cuantas.
No tardo en ducharme menos de 10 minutos. Salgo y rodeo mi cuerpo entero con la toalla. Cuando voy de camino a mi taquilla me encuentro al guapísimo Kevin rebuscando en mi taquilla.
-¿¡Qué cojones haces Parker?!- le grito haciendo que se asuste. Reprimo la risa.
Está blanco como la nieve, se ve que no sabe contestar. Se queda mirándome unos segundos, para luego esbozar una sonrisa de medio lado.
-Me caes mal, pero eso no quita que estés buena.- me dice mirándome de arriba a abajo. Mierda.
-Eres idiota. Vete o chillo.- levanta las manos tras mi amenaza y sale lentamente a la vez que me giña el ojo.
IMBECIL.
No hay persona a la que odie mas que a Kevin Parker, lo juro.
Cuando me estoy cambiando oigo que entran las chicas de primer curso, que me miran con cara de sorpresa.
-¿Qué miráis?- digo en un tono de amenaza. Todas ellas saben que si se meten conmigo están muy jodidas, asi que dejan de mirarme en el acto y siguen a lo suyo. Asi me gusta, imponiéndote Kayla.
Me miro en el espejo y me acomodo un poco el pelo antes de salir del baño. Se que aun con ropa de hacer deporte me veo realmente sexy, asi que no tengo complejo en ir asi por el insti.
Cuando miro el reloj de la entrada veo que llego tarde a penúltima hora y que para estar en el pasillo sentada sin hacer nada, decido irme a mi casa.
Busco desesperada la clase de mi hermano. Por fin. Mierda, Kevin.
-Hola guapa, estamos destinados a estar juntos eh.- dice con su típica arrogancia.
Opto por la mejor opción, ignorarle.
Llamo a la puerta de la clase de mi hermano. Abro tímidamente y veo que esta con el profesor de sociales, el único que me tiene cariño.
-Buenos días profesor, necesito que salga Tyler un momento.- le digo con la mejor voz de niña posible. Este asiente y le hace un gesto a mi hermano de que salga.
-¿Qué quieres?- me pregunta.- ¿Qué haces con él?- me vuelve a preguntar cuando se da cuenta de su presencia.
-Ya estaba aquí, vengo a que me dejes las llaves del coche, me voy a casa.- le digo extendiéndole la mano.
-¿Y cómo vuelvo yo luego?- me pregunta haciendo la jarra con los brazos.
-Tus amigos te pueden llevar. Por favor tate.- le suplico con la mirada. Oigo una pequeña carcajada por parte de Kevin.- Vamos.- le vuelvo a suplicar.
-Esta bien, cuidado de como conduces eh.- me dice antes de entregarme las llaves y darme un leve beso en la frente.
Entra dentro de su clase y yo me despido del profesor de sociales. Cuando voy a salir del instituto, Cynthia, mi mejor amiga, me agarra de la muñeca.
-¿Te vas?- me dice en voz baja. Asiento.- Llévame.- vuelvo a asentir y ambas salimos corriendo.
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HOLA! Soy nueva en esto de escribir historias y bueno, espero que os guste mi novela.
En multimedia os dejo la chica que va a ser Kayla.
Muchos besos, Debby.
:)
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Kayla.
Teen FictionEsta es la historia de Kayla Collins y Kevin Parker, dos chicos rebeldes que se odian desde que entraron en el instituto y su rivalidad nunca acaba. Aunque, todo cambiará este curso...