Capítulo 2.

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Después de llevar a Cynthia a su casa, me tumbo en el sofá y enciendo la tele. Como de costumbre, cuando es por la mañana no hay nada.

Dejo de lado la tele y miro el móvil. Vaya, tengo un mensaje.

¨Kayla, la fiesta será en nuestra casa, por favor limpia un poco.¨.

Que seco es a veces mi hermano, aunque supongo que estará en clase o entrenando.

Miro a la enorme cocina y resoplo. Vivir en una mansión, a veces, tiene sus desventajas.

Cojo la libreta del servicio y, aunque sea viernes, se que todos los trabajadores que cuidan de la casa estarán encantados de venir, para la fiesta. Siempre habían querido que Tyler y yo montásemos una fiesta, y que mejor la fiesta del instituto.

Llamé a todos y cada uno de ellos. Todos podían. ¡BIEN! Algunos vendrían ahora para acondicionar la casa, pero, un momento, necesito saber la temática de este año.

Todos los años, la gente se disfrazaba de algo distinto y este año la temática tendría que ser diferente.

Le respondo al mensaje de mi hermano preguntando por la temática y, pocos minutos después, me contesta con un : Fiesta de máscaras.

A los empleados que iban a venir a casa les mando un mensaje común diciéndoles lo que tienen que comprar cada uno de ellos.

La fiesta estaría lista en menos que canta un gallo.

Media hora después, todos los empleados ya estaban en casa montando todo, cocinando, acondicionando el jardín. Todos ellos son geniales y siempre nos han tratado como si fuésemos sus propios hijos, por eso siempre están ahí para ayudarnos. Me siento afortunada.

-Buenos días Kayla, supongo que necesitaras un vestido, ¿no?- me dice Tom, el hombre que cuidó de Tyler y de mi cuando nuestros padres fallecieron.

-Si, pero no se que vestido ponerme.- digo mirando a mi armario lleno de hermosos vestidos que en su día utilizó mi madre en sus fiestas.

-Pruebate este.- me señala un vestido negro ceñido al cuerpo con un corte precioso.

-Tom, te quiero.- le digo agregando un sonoro beso en la mejilla. Siempre me salva.

Corro a mi habitación y busco los tacones negros que me compré hace una semana.

Estaba preciosa. El vestido era de la medida perfecta y realzaba mis curvas de mujer. Realmente mi hermano me haría cambiarme.

-¡TOM!- grité desesperada.- ¡Necesito ayuda!- e ipso facto vino con una elegancia que incluso a mi en su día me habría parecido de la realeza. Si, suena raro, pero es que Tom es tan elegante, que a veces me da envidia no poder andar con la cabeza tan alta y tan segura de mi misma.

-¿Qué pasa cielo?- me pregunta con el tono mas amoroso que he oído jamás.

-No sabría que mascara ponerme con el vestido.- me mira de arriba a abajo y abre la boca en forma de O.

-Estas preciosa pequeña. Deja al tío Tom que encuentre la máscara perfecta. Por suerte, Naevia no ha comprado ni tu mascara, ni la de tu hermano.- sale del cuarto pero justo se para en el marco de la puerta.- Hablando de tu hermano, dile que ya tiene su traje preparado y que ahora iré a por su mascara.- y ahora si se va a ir, pero el amor que siento por el es tan grande que corro a darle un abrazo sincero y lleno de amor.

-Te quiero Tom.

Faltan cuatro horas para la fiesta y aún no hay nada preparado. Eso me pone nerviosa. Necesito que mi hermano este orgulloso de mi y de una vez por todas vea en la hermana que me he convertido.

Me miro en el espejo y realmente, doy pena. Tengo el pelo recogido en un moño y voy con mi pijama de ositos.

Me queda bañarme, secar y alisarme el pelo vestirme y finalmente, maquillarme.

Vuelvo a mirar el reloj y siguen faltando cuatro horas.

Relajate Kay.

Me levanto de la silla y preparo el baño para darme una ducha rápida.

Bajo al salón y me quedo boquiabierta cuando veo la enorme sala toda ella ambientada acorde la temática. Parece un salón de la antigua época y una fiesta de mascaras encaja a la perfección.

-Dios mío.- digo en un susurro. Voy caminando por la sala hasta llegar a la zona donde al parecer se podría bailar.

-¿Me concede este baile señorita?- me pregunta la cálida voz de Tom. Me giro un poco sobresaltada y veo que Tom esta sobre una rodilla estirando la mano esperando a que se la acepte.

-Por supuesto señor.- agarro su mano y nos ponemos a bailar.

Bailamos durante un par de minutos y luego me cuenta que aun no ha encontrado la mascara perfecta, pero que si no la encontrase, ya tenia una de repuesto.

Subo arriba a darme la ducha rápida que mi cuerpo estaba deseando. Termino en cinco minutos y envuelvo mi cuerpo entero en la suave toalla blanca. Enrollo mi pelo en otra toalla mas pequeña y me visto.

Me suelto el pelo y lo seco con el secador. Cuando ya estaba seco, llamé a Nuria, la mejor peluquera de toda la historia. Me alisó el pelo a la perfección. A veces me sorprende lo largo y bonito que es mi pelo.

Tyler acaba de llegar junto con Brook, su mejor amigo y mi otro ¨hermano¨.

-¡Tyler! ¡Brook!- grito bajando las escaleras muy rápido. Le abrazo muy fuerte y luego le doy dos besos a Brook.

-Estas preciosa Kay.- me dice haciendo que me sonroje. Por cierto, Brook esta enamorado de Cynthia.

-Demasiado, diría yo.- suelta mi hermano, quitándome la sonrisa.- Tan preciosa que da miedo.- vuelvo a sonreír. Mi hermano será un capullo con sus novias, pero es el mejor hermano del mundo.

-Bueno bueno chicos dejen de hablar, que usted señorito tiene que vestirse de inmediato.- dice Naevia. Que mujer. Mi hermano resopla y Brook, como si estuviese en su casa se va a la cocina a coger comida. Sonrío y recuerdo que me queda el maquillaje y la mascara.

¡Dios! ¡La mascara!


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Hooooola, sé que he tardado mucho en subir capítulo, pero es que no tenia inspiración, pero ahora tengo varias ideas y creedme que la fiesta será muy muy tensa.

Besitos, Debby. :)

Kayla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora