En el valle de tu rostro, una colina se alza,
donde se oculta un secreto de encanto y solaz.
Sus formas delicadas, como un suspiro suave,
acarician mi ser, en un dulce vaivén de alivio.
Como los pétalos de una rosa en plena floración,
tus facciones se entrelazan con perfección.
Y en ese rincón, entre mejilla y frente,
se revela el encanto que mi ser envuelve.
Es ahí donde el aroma de tu esencia se despliega,
un perfume sutil que envuelve mi existencia.
Ese lugar de encuentro, donde la mirada se posa,
donde encuentro el refugio de mi alma gozosa.
Tu rostro, un lienzo de pasión y poesía,
donde se despliegan versos con melodía.
Cada rasgo dibuja una historia en susurros,
que despierta en mí los más profundos murmullos.
Oh, amada mía, en cada trazo de tu ser,
encuentro la magia que me hace renacer.
En tus ojos se reflejan mis anhelos y sueños,
y en tu rostro se esconde mi eterno ensueño.
Así, en el valle de tu rostro, mi musa divina,
encuentro la inspiración que nunca termina.
Sin necesidad de nombrarla, su esencia palpita,
y en cada verso se dibuja su hermosa estampa bendita.
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Por si no sabías.
PoetryHace no mucho me fui del país, y hace no mucho decidí escribirle un poema diario hasta que la vuelva a ver. Si alguien lo lee pues esto es una ventana a mi corazón, ella no lo sabe y seguramente no lo llegue a saber.
