Poema 13

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En la soledad de la noche oscura,
mi corazón llora, desolado y triste,
en la penumbra de mi alma perdida,
extraño cada parte de ti, mi amor que se fue.

El eco de tu risa se desvanece,
como un susurro lejano en el viento,
y en cada silencio mi voz te llama,
anhelando tenerte aquí, en mi sufrimiento.

Las lágrimas se convierten en compañeras,
trayendo consigo recuerdos dolorosos,
cada instante compartido, ahora un abismo,
un abismo profundo y tormentoso.

Las calles parecen tan vacías sin ti,
los paisajes carecen de color y vida,
mi corazón se hunde en la tristeza,
extrañando la calidez de tu piel querida.

Las palabras se quedan atascadas en mi garganta,
incapaces de expresar lo que siento,
y mi alma se desgarra en añoranzas,
en un mar de desesperanza y tormento.

El tiempo se arrastra, lento y cruel,
cada día una eternidad de ausencia,
mis sueños se desvanecen en suspiros,
y el pasado se desvanece sin clemencia.

Pero en la oscuridad aún hay un destello,
un rayo de esperanza en medio del abismo,
sé que debo sanar las heridas profundas,
y encontrar un nuevo amor, un nuevo ritmo.

Pero por ahora, permíteme llorar tu ausencia,
dejar que el dolor fluya sin contención,
pues extrañar tu amor es mi realidad,
y en esta tristeza encuentro mi redención.

Extraño cada parte de ti, mi amada perdida,
y aunque duela, debo aprender a dejar ir,
pero en mi corazón, siempre estarás presente,
como un recuerdo eterno que me hace sufrir.

Así que, en esta tristeza profunda y sombría,
encuentro consuelo en mi propio llanto,
pues extrañar tu amor es una herida abierta,
que solo cicatrizará con el tiempo y su encanto, aunque no lo aceptaré nunca.

Por si no sabías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora