Capítulo 4- Apuesta.

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Llevé a los chicos a un garito al que había ido de vez en cuando con mis amigas de la uni. Traté de que fuera un sitio poco concurrido para que no hubiera demasiados problemas con la gente y este lo era. A pesar de ser poco conocido, era el lugar ideal. Bonito, no demasiado grande, pero espacioso. Tenía una zona para comer más como un bar o restaurante y una sala "discoteca" para bebidas y música, lleno de luces de colores y ambiente.

Los chicos tenían hambre así que antes de ir a la zona más "fiestera", nos sentamos en una de las mesas de la zona de restaurante y pedimos varias cosas para compartir junto con refrescos.

Dave se sentó junto a mi, y frente a nosotros, se sentaron Mart, Alan y Andy.

-Bueno... entonces... ¿Cuáles son vuestros planes?
-Emborrachar a Andy para conseguir que baile conmigo y con Alan en la disco.
-Mart ya te lo he dicho. Yo no bailo.
-Oh, ya te digo que si vas a bailar.- Dijo sonriente mientras cogía un nacho del plato central y se lo llevaba a la boca.
-¿Por qué os obsesiona tanto emborracharme?
-Porque casi nunca lo haces y el Andy borracho es la hostia.- Alan contestó satisfecho de su respuesta mientras Andy suspiraba y Dave a mi lado negaba sonriente.
-No me refería a eso jajaj, me refería a con el trabajo. ¿Qué viene ahora ?
-Pues... -Se miraron entre ellos antes de que fuera Dave el que contestara.
-La verdad es que llevábamos bastante tiempo teniendo una gira en mente y... pensábamos acabar de grabar el disco aquí en Madrid y luego empezar la gira.
-Claro que entre medias de grabar el disco habrá entrevistas, ruedas de prensa, etc etc, y sabes.-Continuó Andy.
-Espera, espera... ¿Me estáis diciendo que vais a hacer gira?- inconscientemente, miré a Dave emocionada esperando la respuesta. Él tenía la cabeza apoyada sobre una de sus manos mientras me miraba sonriente, con algo de pena en su mirada. Asintió y no pude evitar soltar un gritito de felicidad por ellos. Era una noticia realmente emocionante. Sin darme cuenta cogí a Dave del brazo y le di una suave sacudida de la emoción, pero en cuanto me di cuenta de lo que había hecho, le solté.
-¡Eso es genial!
-Tan genial que deberíamos celebrarlo.- Martin cogió un último nacho del centro de la mesa y se levantó en dirección a la disco haciendo un gesto con la mano para que Andy y Alan le siguieran. Y así hicieron.

Dave se quedó mirando cómo se iban.

-¿Tú no vas?- Le pregunté curiosa.
-¿Y tú?
-Son tus amigos.
-¿Y los tuyos no?
- A ver... sí, pero no de tanto tiempo. Yo no pintaría nada.
-Así que ¿tu plan era traernos aquí,  cenar y luego quedarte aquí sola sentada mientras nosotros bailamos y bebemos?
-Algo así supongo.
-Mira, hagamos una cosa. Yo voy, sólo si tú vas.
-Jajaj ¿qué?- le pregunté confusa
-Ya me has oído.- Se levantó y me extendió la mano como si de una invitación a bailar se tratase.- ¿Trato?

Suspiré en signo de derrota y acepté su propuesta. Le cogí de la mano y me llevó hasta la sala de fiesta.

Había más gente allí de la que esperaba, pero estaba oscuro y las luces no permitían casi reconocer a los chicos así que no me preocupé.
Dave me guió hasta la barra. Nos sentamos cada uno en una butaca y me invitó a una copa.

-¿Intentas emborracharme Gahan?- Dije riéndome.
-Sólo lo justo, yo también voy a beber y no quiero ser el único.

Nos sirvieron y brindamos. Miré a mi alrededor y entré la gente vi a los tres chicos bailando y haciendo el tonto entre ellos con una copa en la mano de cada uno. Al final habían acabado bebiendo todos y no paraban de reírse entre ellos.
Dave y yo no pudimos evitar reírnos al verles.

Estuvimos charlando un buen rato y entre charlas nos rellenábamos las copas hasta acabar... no diría borrachos, sólo algo "contentillos". Lo justo para reírnos con facilidad y confesar cosas que habitualmente no confesaríamos. Aún así, los dos estábamos muy conscientes. A diferencia del trío calavera, que seguían haciendo el indio en la pista de baile. Martin fingía un baile sugerente hacia Andy, el cual respondía con la misma energía y Alan no paraba de reírse. Al final Andy si se había emborrachado, y tenían razón, era muy gracioso.

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