Eres el primer Bill que conozco

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Liv no había parado de hablar del chico que me había salvado

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Liv no había parado de hablar del chico que me había salvado. Comentarios sobre lo valiente y atractivo que era fueron el tema de conversación del último par de horas. Mi amiga solía enamorarse rápido de los hombres valientes y las caras bonitas después de todo. 

Cuando lo vi allí, parado justo en la entrada del club Paradise Street, intenté llamar su atención, hablándole. Llevábamos bastante tiempo esperando que saliera; Liv me había obligado a hacerlo, pero debía admitir que una parte en mí también sentía curiosidad por mi salvador.

Lo había visto un par de veces, siempre sentado en la barra del bar con esa aura misteriosa, la mayoría del tiempo solo, o quizás tocaba la coincidencia de que siempre lo había encontrado así, como un lobo solitario, pero hoy había dicho que esperaba a unos amigos. Quizás las otras veces fue lo mismo. No era raro llegar primero que el resto después de todo.

Me quedé mirándolo mientras caminaba hasta nosotras; iba acompañado. Se trataba de un chico de cabello trenzado, unos pocos centímetros más bajo que mi salvador, pero mucho más fornido. En realidad lucía como todo lo opuesto a él, ropa de unas tallas más grandes, apariencia intimidante, ningún rastro de maquillaje y, de alguna forma, con un atractivo similar.

—Veo que conoces a mi hermanito.

<<Eso no lo esperaba>>

Aunque, ahora que los veía mejor, sus facciones eran exactamente una copia de la otra. El maquillaje del chico del club y que tuvieran estilos tan marcados y diferentes me había engañado, pero eran jodidos gemelos; solo había que mirarlos de cerca para notarlo.

El chico de trenzas mantenía una sonrisa amistosa y la mirada fija en mí. Había algo en esa seguridad que me hacía sentir incómoda.

—Sí, hace un rato me... —El chico que me había salvado abrió los ojos; una expresión de pánico apareció en su rostro.

—La ayudé, ya te lo había dicho, Tom.

Me había interrumpido; entendí por su lenguaje corporal que no quería hablar sobre aquello frente al tal ''Tom'', así que no insistí.

Basic Instinct | Tom Kaulitz, Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora