Hubo un tiempo en que quise ser famosa.
En los viejos tiempos, siempre me impresionaron aquellos que encontraron un éxito sobresaliente, incluso si comenzaron de la nada. Mis padres hicieron todo lo posible para asegurarse de que no me perdiera nada, pero quería demostrarles que podía ser algo. Quería mostrarles que podía ser alguien. Eso es todo lo que soñé cuando era adolescente. Mis años de escuela secundaria no fueron tan emocionantes.
La gente me veía como una niña bonita y nada más. Soy más que una cara bonita. Quería ser arqueólogo, estilista, fotógrafo, músico. Pero, solo recordaron una cosa: mi trabajo como modelo. Aquellos que me ignoraron en la escuela habían cambiado drásticamente su comportamiento hacia mí.
De repente se habían vuelto más agradables, más amigables, más táctiles. Al principio, pensé que entendían que yo no era solo Jennie Kim, una de las chicas bonitas de la escuela secundaria. Realmente esperaba que hubieran dejado de verme como una chica bonita.Me equivoqué. Solo querían ser mis amigos para presumir de ello. Elijah era la única a la que no le importaba mi popularidad. Ella me ve como alguien a quien le encanta comer mandu a medianoche, no como una modelo famosa.
Durante todos estos años, rechacé a la gente para pasar el rato con ella. Por eso conocí a sus amigas: Rosé e Irene. Me costó mucho confiar en ellos al principio, pero fueron pacientes conmigo. Después de un tiempo, me acostumbré a su presencia y comencé a sentirme cómoda con ellas.
Jisoo llegó a mi vida unos meses después. Ella era mi asistente y su sonrisa angelical y su rostro inocente me hicieron querer ser su amiga.
En cuanto a Lisa, estuvo aquí desde el principio. Nunca tuve dificultades para comunicarme con ella porque naturalmente nos llevamos muy bien. Incluso si su salida del armario me molesta mucho, ella no es una mala persona. La veo crecer y tengo que admitir que me costó darme cuenta de que ya no es un bebé. Puedo ver que ya no es la misma niña que amaba ver Frozen con un suave osito de peluche en sus brazos. Se hizo más alta, más madura y sobre todo, más bonita.
La semana pasada, mi gerente me dijo que debería tener cuidado con Lisa porque sigue ganando popularidad entre los adolescentes. Tiene un punto. Su rostro se empieza a dar a conocer y ni me extrañaría que la gente diga que su belleza es la nueva revelación del año. He visto cientos de chicas hermosas en todo el mundo, pero Lisa tiene algo más. No sé si se trata de sus grandes ojos marrones o de sus labios carnosos. En cualquier caso, se distingue fácilmente de otras chicas, y es el mejor activo que uno puede tener cuando trabaja en una agencia de modelos. Debería ver a Lisa como una rival, pero cuando miro sus ojos redondos, mi cuerpo se relaja. Y, eso es lo que está sucediendo ahora mismo.
Mi mirada se suaviza mientras Jaden aprieta su agarre en mi muñeca.
"No te estoy hablando a ti", lanza una mirada de muerte a Lisa como si fuera uno de esos chicos que vinieron a coquetear conmigo antes de arrastrarme para chocar contra su pecho. Solían llevarse bien cuando yo salía con él, pero desde que pasó lo del engaño, a Lisa le gusta hacer comentarios ingeniosos sobre él.
"Suéltame. Me estás lastimando", le digo y trato de empujarlo.
"Me dejarás si te dejo ir. Merezco una segunda oportunidad".Lo conozco desde hace años, compartimos muchos recuerdos juntos y puedo decir que extrañaba nuestros pequeños momentos felices. Si lo pienso, siempre me reía cuando salía con él y veíamos un montón de películas a altas horas de la noche. Fue un buen momento, pero a veces es mejor dejar las cosas como están. Estoy empezando a pensar que estaba enamorada de la idea del amor, no de él.
