Con una última mirada a Chaeyoung, me quito los zapatos y me deshago de mis pantalones cortos. No es la primera vez que me cambio frente a ellos, pero no puedo evitar sonrojarme.
Chaeyoung sigue mirándome mientras Lisa mira todo menos a mí. Parece tan avergonzada como yo, y se nota. Ella no quiere mirarme así que sus ojos buscan otra cosa y finalmente encuentra la cortina negra de la cabaña para entretenerse.
Durante los últimos minutos, lo está mirando como si fuera lo más fascinante que ha visto en su vida. No estoy perdiendo el tiempo para cambiarme y levantar mi camiseta para revelar mi sostén negro debajo.
"Ojalá tuviera tu cuerpo", dice Chaeyoung pensando en voz alta, sus ojos recorren todo mi cuerpo con admiración. Realmente no se avergüenza de mirarme, pero su mirada es puramente ingenua, sin lujuria. No estoy molesta porque sé que no hay forma de que tenga pensamientos sucios sobre mí. Ella es demasiado inocente para pensar de esa manera. Sonrío ante su cumplido, pero mi corazón da un vuelco cuando veo a Lisa mirándome por encima del hombro de Chaeyoung. Se muerde el labio antes de apretar la mandíbula.
"¿Cuándo encuentras tiempo para tener esos abdominales? Porque maldita sea, quiero eso en mí", agrega la chica australiana, sin darse cuenta de la tensión aquí.
"Tengo un entrenador personal. Confía en mí, no es divertido", me reí entre dientes y tomé el vestido haciendo que me sonriera. El año pasado, mi gerente contrató a un nutricionista personal ya un entrenador para monitorear mi salud. Son bastante agradables, pero pueden ser muy difíciles durante mis ejercicios porque no tengo mucha resistencia. Estoy exhausta después de bailar durante dos minutos seguidos, así que están un poco desesperados por mí.
"¿No es demasiado arrogante?" Chaeyoung dice antes de darse la vuelta, pero Lisa no está allí para responder. Ella frunce el ceño y me mira, "¿Dónde está?" Me encojo de hombros para mostrarle que no tengo ni idea. Empuja la cortina hacia un lado y miramos a Lisa, que está sentada en una silla. Levanta la cabeza de su teléfono y sonríe levemente.
"Quería sentarme y... esperar afuera", dice tímidamente.
Ella sabe que ya no me siento cómoda desvistiéndome frente a ella desde que salió del armario. No hablamos sobre este tema, pero estoy bastante segura de que ella sabe lo que siento por ella.
Ya no puedo verla como alguien a quien podría abrazar sin pensar que podría haber desarrollado sentimientos románticos hacia mí. Una pareja del mismo sexo significa que tienen la misma lógica que una pareja heterosexual. Al igual que un hombre, ella puede amarme como un amante. Nunca me imagino en una relación con una chica y nunca lo haré. Siempre tuve problemas con los hombres cuando se trata de amistad. El chico o la chica acaba enamorándose. Una amistad entre chicas o chicos es platónica.
No tenemos que preocuparnos de que el otro se enamore del otro porque no sucederá. Puedo felicitar a Irene por su belleza natural durante horas y ella no lo verá como un intento de ligar. Eso es puramente platónico y me gustaría mantenerlo así.
"Eres tan raro. De todos modos, ¿qué piensas? Ella es hermosa, ¿verdad?" sonríe Chaeyoung y me señala.
El vestido no es tan corto como pensé que sería. De hecho, me impresionó lo suave que se sentía la seda roja en mi piel. Un encaje negro bajo las curvas de mi pecho contrasta con el color escarlata de la piel y desprende un aire afrodisíaco. Y por último, los estampados de flores por todo el vestido refuerzan la idea de feminidad.
"Ella siempre está hermosa", responde Lisa con voz tranquila. Chaeyoung asiente con la cabeza para estar de acuerdo mientras el rubor en mis mejillas regresa. No debería estar nerviosa cerca de ella. Nos conocemos desde hace más de una década y a ella le gusta felicitarme por cualquier cosa: mi ropa, mis peinados, mi maquillaje. Me pellizco los labios y miro hacia otro lado.
"Oh, mierda, Jennie, ¿estás bien?" Chaeyoung me pregunta haciéndome fruncir el ceño.
"Sí, estoy bien... ¿P-Por qué?"
"Estás muy roja. ¿Estás teniendo una reacción alérgica o algo así?" ella toca mi mejilla izquierda y sus dedos fríos me hacen estremecer.
"Te estás quemando". No es fiebre, solo me estoy sonrojando como una estúpida adolescente. Las chicas me obligan a tomar medicamentos en una pequeña farmacia cerca del centro comercial.
No tuve el coraje de decirles que no estaba enferma o en peligro de vida como dice Elijah. Bromearían hasta el final de mi vida si descubren que me sonrojo por una razón tonta, así que decidí permanecer en silencio y tragar algunas pastillas desagradables.
