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El frió comenzó a calar sus huesos.

Levantó el rostro separándolo de sus rodillas, se había quedado dormido en el suelo.

Sus ojos estaban acostumbrados a la luz, al parecer solo había pasado un rato desde que regreso a su casa, Auron ya se había ido, se daba cuenta de eso.

Se puso de pie de manera lenta, no tenía muchas cosas de levantarse más no había de otra.

Se estiró, acomodó su ropa y cabello antes de salir corriendo por la puerta trasera de la casa.

Acaba de recordar algo importante: lo de hace unas horas no había sido un sueño, el, le dio, a un, furia, nocturna.

Con esa pequeña esperanza de por fin tener un mejor trato, se dibujo un pequeña sonrisa en sus labios.

Mientras tanto en una sala espaciosa se encontraban muchos aldeanos reunidos y en el centro se paraba de manera intimidante y con superioridad, demostrando su gran fuerza, valentía y lugar, Reborn.

" ¡o los liquidamos o ellos nos liquidan, solo así nos libraremos de ellos!" su voz imponente se elevó más para que todos dentro de ese lugar pudieran escuchar sus palabras  "si hallamos el nido y lo destruimos, los dragones no tendrán de otra más que irse ... Hagamos una búsqueda más, antes de las heladas..."

Todo quedó en silencio por unos segundos antes de que la voz de alguien lo interrumpiera.

"Quienes van nunca regresan" sonaba algo dudoso y al mismo tiempo con un poco de temor.

"Somos vikingos, eso es un gaje del oficio... " Respondió tranquilo " Bien, ¿Quién de vosotros irá conmigo? "su voz esta vez sonó más tranquila y algo alegre, mientras observaba a los que podía dentro de esa sala.

Todos estaban dudosos, morir en busca del nido de los dragones no sonaba tan bien, era heroico pero no querían morir así.

"No se..."

"Es una difícil decisión..."

"Yo... Yo tengo mucho que hacer."

Ante esos murmullos Reborn decidió tomar un recurso extra, no sabía si contaba como amenaza, manipulación o algo más.

"Quienes decidan quedarse cuidaraeis a Missael."

Y con eso todos se apuntaron, sonando más decididos sobre su respuesta, después de todo Missa era un problema, le quitabas el ojo de encima por unos segundos y ya había ocasionado un desastre.

"Bien, así está mejor."

Morir a manos de un dragón era mucho mejor que eso según su tonta lógica.

"Bien, empacarse mis calzones" Comentó Auron mientras tenía entre sus manos un tarro, quién sabe el contenido de esta.

"No, necesito que te quedes y entreneis nuevos reclutas" Reborn se acercó y se sentó a su lado.

"Perfecto y mientras esté ocupado, Missa cuidara el horno, fundirá el metal, afilara espadas, estará mucho tiempo solo, ¿Que podría salir mal?" dijo sarcástico antes de tomar del líquido del tarro.

Reborn suspiro antes de hablar:

" Que voy a hacer con el Auron..." su voz suave llena de decepción, raro de ver en el.

Auron lo observó sin mucho interés.

" Que entrene con los otros" respondió simple.

" No, habló en serio" su voz fue más expresiva.

"Tambien yo."

"Estara muerto antes de que saqueis al primer dragón de su jaula."

" Ahh... Eso no te consta."

Domador - Misspreen -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora