𝖭𝗎𝖾𝗌𝗍𝗋𝗈 𝖲𝖾𝖼𝗋𝖾𝗍𝗈 ⸺ㅤ⭐ㅤ𝄒ㅤ𝗖𝗵𝗮𝗿𝗿𝗹𝗲𝗼 ○ㅤ۫ㅤ﹢ㅤ

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！:⭐ ➜ ． Estar con alguien, la relación amistosa, amorosa y hermosa, donde todos piensan que es color rosa pastel.

Hasta que conoces la otra cara de la otra persona. . .

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ᥴ᥆msһі⍴⍴ (*'˘'*). . . ❜

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Se encontraba Leo junto con Gabriel. El mayor le contaba más de el, sobre cosas que ni si quiera los entrevistadores sabían aún. Se lo contaba para que le tuviera más confianza, que no era un desconocido, quería que estuviera seguro con el, pero a su manera.

─── Y bueno, como sabrás, mi nombre es Gabriel, pero también me llamó Alejandro.

─── ¿No tienes apellidos?.

─── No. . . ─El pelo negro nunca había dicho apellidos suyos, poner que ni tenía y había creado unos para el.

Quedamos en un silencio de nuevo, estaban en su gran casa de un rancho donde en una gran sala estaban juntos en un sofá, Leo estaba de vuelta pero sentado en las piernas de Gabriel, mientras este solo lo miraba con atención, aquellos labios que les gustaba mucho.
Así que tomando el mentón del niño, lo acerco a sus labios así chocando los dos al mismo tiempo.

Aquella acción sorprendió un poco a Leo, pero le correspondió de forma dulce así un beso tierno y amoroso.

Pero en movimientos, el mayor comenzo a moverse quedando arriba del pelo café con sus a los lados de su cabeza y teniendo las piernas del otro en los lados de sus caderas.

El beso comenzo a subir de tono cuando se separaron para tomar aire y Gab lamberia los labios de un sabor de fresa que había comido antes el chiquillo para este abriera la boca dejándole entrar en ella comenzando a saborear toda la cavidad bucal del menor.

Era la primera vez que se dejaba besar de aquella forma por el mayor, Leo se sobresalto un poco pero separándose y volviéndose acercarse, hilos de saliva se formaban por aquellos besos.

Leo le gustaba mucho cuando el ojos oscuros tocaba de forma dulce su cuerpo, su tacto lo hacía sentir seguro si fuera el. Sabía que el no sería capaz de hacerle daño como otros. . .

Pero de repente sintió como una de aquellas grandes manos, se metía de bajo de su camisa blanca que tenía bordes amarillos de adornos iba subiendo cosa que lo sobresalto más.

─── ¡No e-estoy listo pa-para eso!. ─Hablo con un leve rubor rojizo en sus mejillas, le apena de alguna forma tener aquello con el mayor.

─── Ya tenemos ya más de meses estando juntos, tan sólo será un rato mi niño~. . . ─Dijo con una sonrisa pícara con el mismo tono de voz mientras lo veía.

─── Pe-Pero. . .

─── Shh. . .

Así era desde hace tiempo, nunca lo dejaba hablar en eso, cuando comenzaba a quitarle su camisa de por botón por botón hasta bajarla por sus brazos, solo cerraba sus ojos. No le gustaba su cuerpo, aun que tuviera el cuerpo que deseaba, de alguna forma, seguía siendo alguien inseguro con el.