𝖭𝗎𝖾𝗌𝗍𝗋𝗈 𝖲𝖾𝖼𝗋𝖾𝗍𝗈 ⸺ㅤ⭐ㅤ𝄒ㅤ𝗖𝗵𝗮𝗿𝗿𝗹𝗲𝗼 ○ㅤ۫ㅤ﹢ㅤ

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！:⭐ ➜ ． El Charro Negro quiere a Leo en cada segundo en su vida.
Por que es su complemento, dice que aquel chiquillo de cabellera castaña no es un humano.

Para el no lo es.

Para el es, es un angel, un angel caído en un mundo tan malvado, pero no se puede comparar a lo que es el.

Y hará lo que sea, aun que le tenga miedo, para que este con el, para siempre. . .

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Se encontraba el grupo de amigos abrazados y felices, pero a lo lejos, entre la oscuridad de tras de un árbol, estaba el Charro Negro con la mirada hacia abajo, su expresión era de enojó ante aquella amistad que parecía ser muy valiosa para Leo.

Odiaba simplemente que no pudiera estar con el, que estuviera más con sus amiguitas esas, pero esta noche una hablar seriamente con el, era un celoso compulsivo, no pensaba bien las cosas por lo celos para que se hiciera humo oscuro y desapareciera, no siempre piensas antes de actuar.

💭

Era una noche fría y tranquila, Leo se estaba preparando para ya dormir, sin antes que había cenado con su familia junto a con Nana, en la cena hablaban con normalidad del día o cosas leves que habían pasado afuera o adentro de la panadería.

── Y así fue que con un pan el señor se defendió de su amigo. ─Dijo Nando riéndose recordando el momento.

── No te la creo tampoco esa. ─Dijo Leo mientras le daba otro bocado a su cena.

── Pues tu nunca me creés por que te estas para y acá siempre. ─Dijo Fernando entre ofendido y enojado mirando a su hermano.

── Ya, ya, parecen como si tuvieran aun catorce y diez años ustedes dos con sus peleas. ─Dijo la abuela de los dos chicos que estaba por discutir.

── Estamos cenando y saben bien que no se permite peleas en la cena. ─Dijo Nana mientras le daba un sorbo a su té.

Leo se limpió los labios y entre el rostro con un papel y levantarse agarrando su plato que ya había terminado.

── Ya termine abue. ─Dijo con una sonrisa mientras se acercaba hacia el lavaplatos y dejar ahí su plato, le tocaba al final de cuentas mañana lavarlos así que estaba bien. ─ ¿Puedo salir un rato?. ─Dijo mientras se acercaba a estar al lado de su abuela feliz.

── ¿De noche?, ya va ser algo tarde y sabes que no podemos confiarnos, ¿que tal si te llegan a secuestrar mi Leo?. ─Dijo la peli - blanca mirando a su nieto.

── Tranquila abue, regresaré pronto, solo quiero. . . Dar una vuelta. ─Dijo con una sonrisa con una voz suave acompañada.

Su abuela, algo dudosa, al final le dio permiso a Leo en poder salir, para que su nieto le diera un beso en su mejilla y para acomodarse un poco para salir.

Entonces Nana habló.

── Se me hace raro que ahora el niño quiera salir de noche, antes tenía un buen de miedo a ella. ─Dijo mientras le daba un mordisco a su pan.