Prólogo

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En las calles de un barrio de clase media de japón, un omega peliverde camina a prisa tomado de la mano de su cachorro, escucha pasos tras de ellos y apresura su caminar lo más que puede. Sabe que unos alfas lo siguen, no siente buenas intenciones en ellos, lo único en lo que piensa es en poner a salvo a su cachorro.

-Ya deja de intentar huir lindo omega, lo único que vas a lograr es que este juego sea más interesante y te vamos a dar tan duro que al día siguiente no podrás ni caminar - la burlona voz se escucha cada vez más cerca mientras él intenta tranquilizar a su pequeño-

-Mamá, tengo miedo - el pequeño tiene la voz quebrada, siente que algo muy malo puede pasarle a su madre si esos alfas los alcanzan-

-Tranquilo mi amor, si por alguna razón nos alcanzan, corre lo más rápido que puedas a buscar ayuda, no te detengas a mirar atrás - el pequeño comienza a temblar mientras corre aún tomado de la mano de su madre -

-No te voy a dejar mamá- las lágrimas de ambos ya comienzan a surcar sus rostros, las del pequeño porque no quiere dejar a su madre y las del omega porque sabe lo que le espera y que es inevitable porque están a nada de alcanzarlos -

La calle termina convirtiéndose en un estrecho callejón, los perseguidores están muy cerca, así que el chico toma la decisión de empujar a su cachorro para que siga corriendo hasta el final mientras se usa como carnada para que escape.

-No te detengas hasta que encuentres a alguien que te ayude - con lagrimas en los ojos se despide, creyendo que será la última vez que vea a su cachorro antes de morir - Te amo bebé-

-mamá- las lágrimas corren por sus preciosos ojos jade como los de su madre, quiere detenerse y regresar a su lado pero sabe que si lo hace no ayudará, al contrario empeorará la situación, su única forma de ayudar es buscando quien la salve - te amo mamá, regresaré pronto con ayuda -

Mientras el omega comienza a pelear como puede con los alfas, el cachorro corre por la salida del callejón, la cual da a un bar. Con su pequeño cuerpo choca contra un enorme hombre, mira hacia arriba mientras el hombre mira hacia abajo, ambos se sorprenden por lo que ven. Cabello rubio cenizo peinado prácticamente igual.

-Señor, necesito ayuda, unos hombres están atacando a mi madre en el callejón - su carita se llena de lagrimas mientas señala al lugar de donde ha venido. El cenizo mayor no lo piensa ni un momento mientras comienza a correr hacia el lugar -

-Pelos de mierda acompáñame, Pikachu y Mapache cuiden del cachorro - justo cuando el pequeño va a correr detrás del mayor, unas manos lo sostienen para llevarlo hasta un café que está junto al bar, otra esperar el regreso de ambos -

-Vamos pequeño, los esperaremos aquí mientras salvan a tu madre - Ambos omegas se le quedan viendo anonadados al pequeño cachorro, el cual es idéntico a su amigo Katsuki, a excepción por los ojos jade y las pequeñas pecas en sus mejillas -

-¿Cual es tu nombre? - Mina es la primera en preguntar para intentar distraerlo -

-Katsumi - eso los sorprende aún más -

-Yo soy Mina y ese de allá es Denki - Lo señala -

-Hola Katsuki, un gusto conocerte. ¿Cuántos años tienes? -

-Tengo 7 - ven como observa cada dos por tres hacia la salida del callejón-

En el callejón el aroma a sangre les inunda las fosas nasales, ven a lo lejos a tres alfas intentando controlar a un omega que se defiende con garras y dientes, no se las está poniendo nada fácil, tiene esperanza en que su pequeño consiga ayuda, no quiere dejarlo solo en este mundo tan cruel e interesado. Katsuki no distingue los rostros de ninguno de los que está en el callejón, pero por las estatura y complexiones sabe a quienes debe de atacar. Es así como entre Kirishima y él comienzan un ataque conjunto que derriba a los tres alfas de un solo movimiento, poniéndose frente al omega de forma protectora.

Al levantar la mirada se quedan estupefactos al ver al enorme enigma enojado frente a ellos.

-No les han dicho que los omegas se deben respetar, atesorar y adorar, malditos hijo de puta - un escalofrío recorre la espina dorsal de los maltratadores, haciendo que la voz amenazante del enigma los atraviese - Tienen 5 segundos para salir de aquí o terminarán destrozados hasta las entrañas -

Corren despavoridos, lo último que quieren es morir en manos de un escalofriante enigma.

-Ka..cchan? -El omega, quien ha reconocido su voz en cuanto ha hablado lo llama -

-Deku? -

-Deku? -

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El amor que se creía perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora