La primera traición

1.5K 173 128
                                    

Lágrimas derramadas,

 emociones desnudas. 

Gotas que hablan en silencio, 

del alma, su lamento.


Kazuha despertó esa mañana, con sus ojos picajosos de tanto haber llorado la noche anterior.Tsuki, por supuesto, ya estaba a pie.Se sentía bien tener a alguien a su lado, alguien que le prestara un hombro para llorar sus desgracias, incluso si ese alguien, tal vez, no era el mejor consolando.

A pesar de que sus heridas ya estaban por completo cerradas y su pasado había sido dejado atrás hacía tiempo, las cicatrices de sus traumas seguían arremetiendo de vez en cuando. La muerte de su padre, el deterioro de su clan, la muerte de su amigo, los hostigamientos recibidos, la pérdida de fe en su deidad... todos los antiguos recuerdos aun lo asolaban.

Logró superar muchas de esas cosas, aceptando las muertes y pérdidas, entendiendo que quienes lo habían hostigado tan solo seguian ordenes, muchos ya se habían disculpado; más su fe en la deidad de su tierra natal, jamás la recuperará pues jamás entendería sus ambiciosas aspiraciones.

Ahora tenía una nueva aspiración, viajar mientras su cuerpo se lo permitiera y había encontrado a la persona perfecta para hacerlo. El era muy mordaz pero confiable, un tanto sádico pero también dulce, a veces por completo desinteresado, a veces mostrando resquicios de curiosidad, él era muy peculiar y eso le gustaba.

Por sobre todas las cosas, el viento le había contado sobre la profunda agonía del recién nombrado Tsuki, le había hablado sobre su soledad, su angustia, su tristeza; le había advertido sobre la carga de muertes a sus hombros pero también se jactó sobre su redención. El viento lo sabía todo, más que desgracia que no pudiera mostrarle con exactitud las cosas.

Esa mañana se la pasaron recorriendo las orillas de Kannazuka, recolectando frutas principalmente, manteniéndose siempre alejados de la fragua de Tatarasuna por petición de Tsuki.

—¿Qué piensas sobre la Shogun?—preguntó mientras caminaban.

—Lo que pienso de ella... mató a mi amigo, asi que temo que mi juicio y opinión no sean los mejores.

Tsuki abrió sus ojos y se mostró algo dudoso.

—Oh...¿Es ese amigo del que me has hablado?

—Si... el y yo éramos muy cercanos, cuando la Shogun promulgó el derecho de captura de visión, el pidió un duelo ante el trono contra la General Kujou y...perdió, cuando llegué ya era muy tarde.

—Lo siento...

Él le sonrió de forma amable.

—No, no tienes por qué.

Tal vez él no tenía culpa de eso, la única cosa tal vez de la que no era responsable, pero aun así había sido su creadora, su madre, quien le quitó la vida a su amigo.

—Incluso así  ¿Que piensas sobre ella?

—Desde niño, al igual que todos, fui educado para adorarla y jamás dudar de ella pero... nadie en el mundo tiene derecho a arrebatar lo sueños y ambiciones de otros, ni siquiera un dios; creo que nunca volveré a tener fe en ella.

Hubo un ligero silencio entre ambos, Tsuki parecía estar sopesando algo.

—¿Qué hay de ti?—eligió cuestionar.

—¿Eh...?—su mirada vaciló, parpadeando repetidas veces.—Yo no opino nada sobre ella— pronunció tratando de reprimir la ira.

—Se ve que tu también has tenido problemas por ella.

Bajo la luna (Kazuha x Scaramouche)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora