En la oscuridad, me dejaste solo,
como un niño perdido, sin hogar, ni consuelo.
El odio arde en mi pecho, como fuego abrasador,
pero también perdura un amor, un lazo interior.
Tus acciones hieren, no puedo negarlo,
pero en mi corazón, un amor persistente habita.
Como un conflicto eterno, luchando por comprender,
cómo alguien a quien amo, me hizo tanto padecer.
Quiero entender, sanar, y finalmente perdonar,
para que en mi corazón, la paz pueda anidar.
Kazuha se despertó temprano, como solía hacerlo, el suave resplandor del sol que se filtraba por las cortinas creaba una atmósfera tranquila y serena.
Poco a poco el mundo se hizo más nítido ante sus ojos. Lo primero en llenar su vista fue Tsuki, profundamente dormido con la cabeza apoyada en el borde de la cama. La expresión en el rostro del pelinegro llamó su atención de inmediata. Notó las finas lágrimas que escapaban de sus ojos cerrados y los temblores en sus labios mientras dormía.
Kazuha sintió un nudo en el estómago al verlo así. Era consciente de que el chico estaba luchando con sus propios demonios, con los pensamientos oscuros y las heridas del pasado que lo atormentaban. Entendía que esas heridas profundas necesitaban sanar.
Con sumo cuidado, se movió en la cama para acercarse un poco más al chico, sin querer perturbarlo bruscamente. Extendió una mano con suavidad, acariciando su cabello con gestos delicados.
—Tsuki, es solo una pesadilla—pronunció con voz suave. —No tienes porque preocuparte, todo esta bien.
El pelinegro, aunque aún dormido, pareció responder ligeramente a su voz y su toque. Sus labios temblaron un poco menos, y las lágrimas cesaron gradualmente.
Tsuki comenzó a despertarse poco a poco, emergiendo de las profundidades de su pesadilla. Sus ojos se abrieron lentamente, y la primera imagen que vio fue la mirada amable y reconfortante de Kazuha. La calidez en esos ojos alivió el tumulto en su mente.
Las lágrimas que habían estado presentes en su sueño se desvanecieron, dejando solo un rastro de humedad en sus mejillas. Sus labios temblaron por un instante antes de que finalmente encontrara la voz.
—Kazuha...—susurró, su voz aún cargada de sueño y cierto temblor.
Con cuidado, el pelinegro se enderezó en la cama, manteniendo la mirada con el albino. Tanto los labios como los ojos de Kazuha sonrieron al finalmente escucharlo pronunciar su nombre.
—De nuevo estabas teniendo una pesadilla, ¿estás bien?— cuestionó con un gaje de preocupación.
El chico limpio con las yemas de sus dedos los rastros de lágrimas en sus mejillas. —Si... es solo mi cabeza jugándome malas pasadas y haciéndome recordar cosas.
—Has estado durmiendo bastante estos últimos días, tu cuerpo... tus heridas ¿Cómo están?—preguntó Kazuha con preocupación en su voz.
—Aún no sanan del todo pero... está todo bien, no te preocupes, solo estoy un poco... agotado.
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Bajo la luna (Kazuha x Scaramouche)
FanficTras los acontecimientos de Sumeru y de tratar inútilmente de borrar su existencia usando el Irminsul,el queda bajo la supervisión y cuidado de la Reina Menor Kusanali, quien trata de nuevo de encaminarlo a una buena vida, siguiendo sus consejos dec...