La noche era fresca, el reloj marcaba las 2 de la madrugada, llantos se escuchaban en una casa. Cuatro hermanos con falta de sueños e inquietos trataban de calmar a su pequeño hermano.
Ya le habían dado su biberón, le cambiaron sus pañales y le pusieron una pijama cómoda. Pero aún así el pequeño seguía llorando, casi sacando de quicio al pobre de sekido, pues era quien lo estaba arrullando.
Toda la familia hantengu tenía ojeras excepto su padre ya que no se mantenía en el hogar. Karaku se adormitaba en el hombro de su hermano Urogi que estaba igual que él.
Mientras el mayor de los hermanos arrullaba a su pequeño hermano que no paraba de llorar. Aizetsu igual trataba de calmar al pequeño pero era en vano, hasta que a sekido se le ocurrió la grandiosa idea de cantarle una canción de cuna.
Cuando empezó a cantar sus hermanos lo miraron, escuchar esa melodía los llenaba de nostalgia, sekido la recordaba cuando su madre les cantaba a ellos, calmando sus llantos.
Rápidamente un recuerdo se les vino a la mente a todos, de como su querida madre los abrazaba y arrullaba cuando les cantaba. Un cariño inigualable de sentir, Aizetsu no pudo aguantar las lágrimas, sekido a verlo lo atrajo abrazándolo para calmarlo mientras con la otra aguantaba a zoha.
El menor dejo llorar y se quedo viendo a su mayor, por primera vez en su vida el mayor sonrió al ver que este había parado su llanto, acaricio sus regordetas mejillas con delicadeza, siguió con la melodía hasta notar que el pequeño se acurrucó a su pecho acomodándose para dormir.
Listo ya se durmió -suspiro el mayor, le había costado para el que el menor de los hantengu se durmiera- Aizetsu acomodarlo en su cuna y ten cuidado en no despertarlo- el otro solo asintió, moría de ternura a ver a su zoha dormir.
Se lo dio con sumo cuidado evitando moverlo , fue una misión de alto rango para el pobre Aizetsu, porque si se despertaba se daba por muerto.
Lo dejo en su cuna despacito, lo arropo con una sábana roja, ahora todos los hermanos suspiraron ya se había dormido su dolor de cabeza.
Urogi y Aizetsu se quedaron de encargados de velar los sueños del pequeño, para los mayores era adorable ver como dormía el pequeño y esas mejillas caramelizadas se veían hermosas.
Todos descansaban, había paz a no ser que zoha se despierte y empiece a llorar por atención. Rogaban al cielo que eso no sucediera.
Perdón por la mala ortografía xd
Pdt: S.W
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𝕺𝖓𝖊𝕾𝖍𝖔𝖙'𝖘
Fiksi PenggemarLa vida te da muchas sorpresas, eso es lo que los hermanos hantengu aprenderán, diversas cosas vivirán desde tener momentos sentimentales hasta momentos amorosos. Versión Au Human Distintas parejas :)