CAPITULO CINCO

733 58 4
                                    

"Reencarnación"

Año 15300
Palacio Topkapi, Estambul

Una sultana de ahora nueve años caminaba por el palacio Topkapi, su padre está de campaña militar y muy pronto regresará.

Su hermano de ya casi 13 años terminaba de leer sus libros favoritos los cuales después prestaba a su hermana una apasionada de la lectura.

La sultana, la joya del imperio descansaba en su habitación, dónde en su cama se quedó completamente dormida.

Hoy en este palacio las cosa cambiarían.

Narra Zeynep (Fernanda)

¿Me levanté? ¿Cómo es posible? Yo, yo morí aquella noche en aquel callejón.

¿Pero me estaba levantando? Me pare de aquella cama la cual era un sueño, parecía una cama de cuento de hadas.

Mire hacia un lado y ví una terraza así que me dirigí hacia ella.

Observe por aquel balcón, pero no lo podía creer estaba en...

Estambul

¡¿Que?! ¡¿Cómo?! Ahora estaba en Estambul y no solo estaba al otro lado del mundo si no que, me encontraba en otra época.

Estaba en el palacio Topkapi, entre a la habitación y me mire al espejo, no era la adolescente rara que estaba mal vestida.

Era una niña bien vestida, me veia de unos nueve o diez años. ¡¿Espera un momento?! Soy la niña de aquel sueño.

¡Oh por Dios! O debo decir ¡Por Alha!

No sé que está pasando, pero si se que parezco no una adolescente de quince años de un rancho.

Si no que ahora parezco una sultana. ¡Ah! No lo puedo creer.

Escuche gritar a una mujer mi nombre así que me senté en la cama con un libro que estaba ahí.

- Sultana - reverencia al entrar, parecía a Gulsa la criada de Mahidevran claro.

- Gulsa, ¿qué necesitas? - digo levantando la cabeza con miedo de no cagarla.

- Sultana, su madre desea verla, está en el jardín - dice a lo que yo asiento.

No sabía ni siquiera para donde ir, tenía unas mujeres tras de mi las cuales solo iban a dónde yo iba.

Esto era confuso, después llegó Gulsa y me guío directo al jardín.

- Zeynep - dice un joven alto que se levantó de la mesa.

Solo pensaba en que era el joven de mi sueño, claro debe de ser Mustafa, si soy hija de Mahidevran.

- Hermano - digo y el me abraza.

- Ven siéntate con nosotros, comeremos pronto - yo solo lo seguí hasta la mesa.

Vi llegar a Mahidevran o debo decir a mi Madre.

- Madre - dice Mustafa levantándose lo cual yo también hago.

LA SULTANA DE ORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora