CAPITULO DOS

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"Una bella sorpresa"

Año 1521
Turquía, Estambul

Después de aquella noche que la joven Mahidevran paso al lado de su amado sultán, todo le parecía maravilloso.

Hasta que descubrió que hoy habría un baile con odaliscas para su majestad, eso la puso sentimental, pero se mantuvo firme.

Se vistió con un bello vestido y un hermoso collar que el sultán había hecho para ella, y alistó a su pequeño hijo.

Fueron con la madre sultana para almorzar.

- Mi querida Mahidevran, espero y tú noche haya sido agradable -

- Lo fue, gracias a nuestro sultán -

- Madre, ¿dónde está Ibrahim? Quiero verlo - expreso el pequeño niño.

- Tal vez después de tus clases lo veas - responde su madre con dulce voz.

- Mahidevran, nuestro sehzade es un niño adorable y educado - halaga la Valide sultán.

Mahidevran siguió comiendo con tranquilidad.

Esa noche Alexandra se preparaba para el baile que haría para el sultán.

La bella joven se movía con una sensualidad impresionante que dejó perplejo al sultán.

El sultán encantado por sus bellos cabellos rojos y su lindo mirar, le lanzó el pañuelo morado, que significaba que iría por el camino dorado hacia sus aposcentos

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El sultán encantado por sus bellos cabellos rojos y su lindo mirar, le lanzó el pañuelo morado, que significaba que iría por el camino dorado hacia sus aposcentos.

A la siguiente noche, el sultán la recibió e hicieron lo que cualquier pareja haría con la pasión al tope, con el corazón acelerado.

Ambos estuvieron felices, jugaron y se divirtieron, el sultán estaba encantado con su nueva mujer y decidió cambiar su nombre.

- Hürrem - dijo Suleyman a su nueva concubina.

- Hürrem, ¿qué significa? - pregunta la peliroja.

- La alegre, eres alegría, mi alegría - responde Suleyman.

Todo era perfecto para ellos, pero para la pobre Mahidevran era un martirio saber que su amado estaba con otra.

Por la mañana preparaba a su hijo para sus clases.

- No quiero ir a la escuela hoy, quiero jugar - reniega el niño.

- Tienes que ir asi que tienes que calmarte - regaña su madre.

El sultan se encuentra en consejo y la concubina Hürrem limpiando en el harem.

El sultán había pasado una noche placentera con la joven ahora llamada Hürrem, pero no entendía lo que pasaba por su mente.

Ahora solo estaba pensando en "Mahidevran" 
¿cómo era esto posible? Miraba por el balcón y pensaba en su dulce flor de primavera.

LA SULTANA DE ORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora