Fernanda una joven de apenas diez y seis años terminaba de ver su novela favorita "El sultán". Descansaba pero, no esperaba lo que le sucedería...
¿Qué era esto?, ¿sería un sueño o había reencarnado?, ahora era la hija del sultán. Renació para cambi...
Hürrem hatun se acababa de enterar que estaba embarazada después de que la madre sultana intentará casarla.
La sultana Mahidevran se encontraba ya de siete meses de embarazo y Hürrem de cuatro meses.
- Ay María, necesito enviarle una carta a mi sultán - dice desesperada la peliroja.
- Mm, ¿por qué no le pides ayuda a Nigar Kalfa? -
- Claro, iré con Nigar ahora mismo -
Emocionada la hatun fue con Nigar a pedirle ayuda para enviarle una carta al sultán pues este se encontraba en una campaña militar ya por casi tres meses.
Mientras tanto la sultana Mahidevran tejía para su futuro hijo que esperaba con ansias fuera un varón.
- Sultana madre - dijo Mahidevran entrando a los aposcentos haciendo reverencia.
- Mi querida Mahidevran, dime ¿cómo va tu embarazo? - pregunta la mujer mayor.
- Muy bien sultana, sin ninguna complicación hasta ahora -
- Que alegría y Mustafa, ¿dónde está? No lo he visto ahora -
- Debe de estar jugando con algún guardia en el jardín -
- Bien, llamaré a Hatice para que comamos juntas -
- De acuerdo sultana -
Así las tres sultanas comieron unos deliciosos platillos, mientras que Hürrem se encontraba escribiéndole cartas al sultán.
- Mi querido Suleyman eso es todo por ahora lo dejo, no sin antes decirle que lo amo profundamente. Su concubina Hürrem -
- Listo - dice Nigar que terminaba de escribir.
Así cada quien se la paso en sus respectivas habitaciones después de la comida.
Dos meses después llegó una carta del sultán Suleyman, que informaba el regreso del ejército.
Las mujeres felices celebraban en los aposcentos de la Valide sultán.
La fila para recibir al sultán se formó, al principio la Valide sultán, después su hija Hatice, seguida de la mujer principal Mahidevran y su hijo.
Y para finalizar Hürrem con su pequeño vientre de seis meses.
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-Mi amada Madre - dice Suleyman entrando besando la mano de su madre.
- Mi león, agradezco a Alha por tenerte de regreso con nosotros -
