Capítulo 28: Puertas

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Capítulo 28:

Puertas

Puertas

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Mafer

El territorio de los selváticos es un laberinto bestial. Estoy segura de no poder tomar esta ruta sola sin perderme o nunca llegar a mi destino. Es el sitio de más difícil acceso de todo Encantus, hasta visitar a las mujeres serpientes se me hizo más sencillo.

Desde que cruzamos sus linderos el ambiente cambia. Cada corte exuda su propia esencia, su propia vitalidad muy ligada a lo que representa, en cambio, aquí es como entrar a un bosque virgen. Una belleza peligrosa. De alguna manera, representa a Yira, a esa chica que despertó después de haber estado doblegada ante la bruja de la hermandad. Es esa misma fuerza, energía, vitalidad que tiene ella y que suprimió durante algún tiempo. La esencia de su magia es igual al de este bosque.

Sería estúpido venir aquí con malas intenciones, hasta los árboles podrían ser dignos contrincantes, es una sensación de constante observación, quizás los selváticos están, en todas partes, camuflados entre la naturaleza. Es posible, nuestra guía, es un misterio en cuanto a compartir información se refiere. Olivia ha guardado silencio desde que salimos de verano e ignorado cada una de mis preguntas, dudas o comentarios. Ella está molesta, no solo tuvo que ceder ante las decisiones que su princesa ha tomado, también las de su reina.
Soy la única que está, digamos yendo a ciegas, porque mi hermano y Suri ya se conocen el camino. Ellos y Yira tuvieron aventuras de exploración sin mi presencia, y parece que están sujetos a las directrices de los selváticos en cuanto a revelar información.

Así que hace rato que deje de preocuparme por la una y mil vueltas que ya hemos dado, en este inmenso bosque. Lo bueno, se respira vida, una paz inmensa, el aire oxigena el alma. Una experiencia inigualable.

—Es bonito, ¿no? —murmura Suri, dándome un empujón con el hombro.
Hace solo un instante estaba como a tres pasos hacia atrás con mi hermano, Se movió rápido para colocarse a mi lado.

—¿Bonito? No. Este lugar es magnífico.

—No lo percibí de esa manera, la primera vez que entramos —interviene Cris, se encoge de hombros.

Por delante van Yira y su madre. Todavía sigo sorprendidas de que el hada suprema nos acompañe, más aún, que Olivia lo haya aceptado. Hizo todo un alboroto por la heredera perdida, y no escuche ni una sola negativa a la reina ausente por años.

—Entonces, ¿qué sentiste? —inquiero, curiosa. Hay mucho que no sé, detalles que omitieron para, seguramente, no preocuparme dado que tengo demasiadas responsabilidades.

—El peligro silbando en el aire, en ese momento buscábamos respuestas y conseguimos problemas —resume. Encoge los hombros restándole importancia a sus aventuras.

—Parece que no soy el único imán para los problemas —replico.

—Nadie te supera en eso —contraataca Suri.

Encantus. Alas de hielo (libro 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora