3.- Parque de diversiones.

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El golpeteo de una puerta le hizo despertar de su tan deseado descansó, se levanta con pereza imaginado de quién se trataría

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El golpeteo de una puerta le hizo despertar de su tan deseado descansó, se levanta con pereza imaginado de quién se trataría.

Llegó a la puerta y pego la oreja a la puerta escuchando leves sollozos y uno que otro gruñido y maldiciones por parte del adolescente.

Lo siento... ¿Bien?

Pero nada, la puerta no fue abierta por lo que Obito tomo aire mientras se despedía de su ya nulo orgullo que poseía.

Lamento lo que dije en la tarde... Pero por favor a... Ayu... Ayuda- ayudame... No puedo con esta cosa, por favor... Kakashi estoy tirando el poco orgullo que me queda por favor ayuda...-

La puerta fue abierta dejando ver a un joven kakashi de 17 años, este solo contaba con un shorts corto siendo tapada por una playera blanca de mangas cortas con el estampado de un panda. A la vista de muchos eso les dejaría en desconcierto, aquel tipo de ropa tan afeminada pero para kakashi no, ya que en ese lugar las noches son muy calurosas y el no puede dormir con una piyama normal.

La mirada de Obito baja del rostro de su compañero a los muslos descubiertos, traga saliva por la imagen, aún cuando la camisa es holgada puede imaginarse aquellas curvas.

Un chasquido le hace regresar a la realidad para ver a kakashi.

Yo...

⇀No digas nada, vamos a la cocina que hasta huele a quemado...

Y así ambos ingresan a la cocina, Obito se encargo de cargar a la cosa mientras Kakashi preparaba un biberón.

Aquella noche fue demasiado cansada para ambos, algo a lo que nunca esperaban ocurrían.

No supo la hora en la que cayó dormido en aquel gigantesco sillón, con ojos perezosos miró a su alrededor percatando se de la manta que cubría su cuerpo

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No supo la hora en la que cayó dormido en aquel gigantesco sillón, con ojos perezosos miró a su alrededor percatando se de la manta que cubría su cuerpo. Llevó una mano a su cuello y lo sobó, dormir en sillones no es muy recomendable.

Un quejido le hizo bajar la mirada y ahí a su lado se encontraba su pequeño niño acurrucado a su lado junto a un peluche en forma de tomate.

Ya sabe de dónde vino la manta.

¡No Devoluciones! •|Obikaka|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora