·Dear Jay· [Primer Libro]

Capítulo Tres

«Si no te hubieras caído del hilo de la vida seguramente estarías conmigo»

Tercer encuentro: Escritorio de Johan Smith

Me he encontrado una nota pequeña en el marco de mi ventana, la tome para verla pues parecía el dibujo de una chica que sin duda no era M. Era una castaña con el cabello tan largo que hasta su cadera llegaba, de ropa ajustada y muy reveladora.

—Samantha Bright —Su perfección falsa me sonaba—, chica popular y estúpida de la prepa, novia del muy famoso Ryan Goldman cuya afición es el básquet siendo el mejor del campus en ello.

Dejé el dibujo a un lado para seguir leyendo pues tal vez podía poner el dibujo en alguna página pues parecía que había sido arrancada de las hojas del diario.

Fecha: 12 de Febrero, 2002

Diario, ¿Recuerdas la pirámide de la escala femenina en la prepa?

He tenido la jodida suerte de toparme con una de la punta, la popular de Samantha "Bitch" Wonder, la he notado en mi aula pero no le he dado gran importancia pues no pensaba nunca meterme con ella. A esta tan inteligente chica se le a ocurrido bañarme en mi propio almuerzo cuando a penas si la miré de reojo en la enorme cafetería repleta de estudiantes.

Samantha es una maldita que es muy seguro que en casa no recibe lo que quiere cuando y como lo quiere, lo peor es que sale con Goldman, Ryan Goldman, el mejor amigo de J. No puedo ni mirar a ningún lado pues cada que levanto la vista está a diez putos metros de mi con su par de seguidoras, odio tanto a Samantha que cada que esta cerca parece una idiota dándose a notar, "Hola, soy Samantha Bright de Goldman, la chica más chula y guapa de la prepa, bla bla bla" ¡Ya sabemos quién putas eres! ¡Deja de ser tan pesada con darte a notar en cara de todos! ¡A nadie le importa si eres o no novia de Ryan!.

O tal vez sólo a mi me importa por J...

—Sin dudas te comprendo, M. —Bright es una chica demasiado presumida al pasar, bastante guapa para los demás pero no va conmigo.

Mi tipo de chicas siempre han sido las intelectuales y lo único intelectual en ella son los consejos de belleza que da a veces a otras chicas que según la escala de M son las de clase dos o tres. M era perfecta, era culta, alegre, tímida pero muy inteligente, era ideal pero para mi suerte no estaba en su lista de personas a quienes mirar, sólo estaba Jay.

La suerte de Jay era impresionante por estar en la mira de una chica como M, pero como lo noté en las últimas semanas antes de que M muriera, Jay sólo le dio la espalda en un momento donde debería haberla ayudado y yo sé toda la verdad sobre ese suceso.

Me llamó el sonido de mi celular sonando, era un número desconocido pero sólo dejé que sonara mientras seguía a la siguiente fecha del diario pero había visto que una página estaba arrancada, tomé el dibujo de Samantha y la pegué en el espacio que había entre las fechas pero algo me faltaba, tal vez me he perdido de algo, me levanté del escritorio y encontré en mi cama una memo ficha, tenía algunas palabras escritas en ella.

Demonio.

Fea.

Popular.

Hueca.

Al estar hablando de Samantha y con su dibujo a mi disposición, tomé el bolígrafo y le dibujé a Samantha con cuernos, ojos seguidores, un cerebro diminuto y cambié su rostro a uno horrendo. Escuché una risa detrás de mi, reconocí su risa como si toda mi vida la hubiera escuchado; me di la vuelta para ver a M pero no estaba allí, juré que escuché su armoniosa risa cerca de mi oído pero tenía que continuar.

Fecha: 16 de Febrero, 2002

Desearía chasquear los dedos y que Samantha desapareciera de la faz de la tierra.

Da igual, no le daré más importancia, J a tomado algo de tiempo para hablarme de nuevo. Agradezco que siga recordándome a pesar de todo, me ha contado todo sobre la ciudad (No vivo aquí hace mucho, llevo unos cuantos meses) y sus lugares favoritos para ir, me ha hablado de su cafetería favorita "Coffe's Mug", hemos ido al parque que tanto me ha encantado de aquí a pasar las horas y me ha hablado de algunos sitios que no son muy agradables para él.

Él me ha hablado del observatorio, le gusta mucho las estrellas en ese sitio aunque odia el sitio de al lado, el club nocturno, es demasiado ruidoso y con sus luces por las noches es fastidiosa para ver las estrellas. Hemos ido al lago donde le gustaba pasar el rato viendo el paisaje del sitio pero deseaba mucho que no cambiaran el hermoso paisaje por un centro comercial que están apunto de hacer en la distancia.

Puse un pedacillo de mi en cada sitio que adoraba J pues yo también los adoraba.

—Creo que es mi momento para buscar algo más que me has dejado, ¿No, M? —Me levanté de la silla con calma, pensando qué tendría que buscar y en dónde—. "Pedacillo de mi"... ¿Qué querrás decirme con ello, M? ¿Puedo tener alguna pista de eso que debo buscar? —Pregunté esperando respuesta de ella, sentía su presencia tan cerca que podía sentir que me acerco cada vez más a la verdad.

Mi celular seguía sonando después de todo lo que lo ignoré, tomé la llamada y pregunté: ¿Quién me llama?, sin recibir respuesta de ello pero su voz era como la de M sólo que algo descuidada y ahogada repitiendo la misma palabra.

Frío, frío, frío...

—¿Frío? —No logro comprender esta pista— ¿Algo frío? —Me acerqué al refrigerador  para ver si era eso.

Tibio, tibio, tibio...

He comprendido, jugar frío o caliente como niños de primaria, me moví por mi cocina para ver a donde me llevaba. Encontré un dibujo de una cabeza en mi microondas con el bello rostro de M.

Caliente, caliente, caliente...

La tomé y la puse en el escritorio para buscar el siente trozo, leer este diario a sido mi mejor decisión hasta ahora pues me estoy divirtiendo al mismo tiempo que me enamoraba más de tan peculiar ser.