Capítulo Nueve

21 6 0
                                    

«Dividirme en mil no podría pero tampoco quiero más que una en mi vida»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Dividirme en mil no podría pero tampoco quiero más que una en mi vida»


Noveno encuentro: Apartamento de Johan Smith


Forcejeo por seguir con vida una vez más, no quiero que alguien como Jennie esté conmigo pues sé muy bien que Morgan siempre estaría conmigo y mi corazón con ella.

—Morgan... —Iba perdiendo contra Jennie, sólo me quedaba pedir ayuda pero ¿Quién le creería a alguien que tiene alucinaciones después de leer un diario de una difunta?—. ¡Morgan!.

—¡Deja de pensar en Morgan! ¡Me tienes a mi! ¡Somos tal para cuál, Johan!. —Su risa era de maniática y para ponerte la piel de punta como en películas de terror—. Di que me amas, Johan. ¡DI LO MUCHO QUE ME AMAS!.

Al estar de espaladas contra mi escritorio no podía desviar la mirada para intentar escapar con la luz de mi lámpara pues estaba muy cerca de pincharme con la jeringuilla. A unos cuantos centímetros de mi cuello, Morgan salió a espaldas de Jennie para alejarla de mí.

Por primera vez en mi vida vi como Morgan se cobraba de todas las cosas que le había pasado con alguien que la había dañado, cuando Morgan la dejó en el suelo se apartó y con el flash de mi celular lastimé la piel de Jennie para que se fuera.

—Gracias, Morgan... —Por poco y no lo cuento, al parecer todavía tiene algo de piedad conmigo aún con su alma fragmentada.

—Johan... —Dijo con voz temerosa, se comenzó a acercar con lágrimas en sus bellos ojos verdes esmeralda—. Lo siento...

Sus lágrimas comenzaron a inundar la habitación cuando me dio un abrazo, rodeé su cintura mientras ella rodeaba mi cuello con sus brazos... me sentía seguro sin importar que el agua estaba por ahogarme, Morgan me soltó desvaneciéndose en el agua, estaba muy oscuro bajo el agua así que nadé hasta la superficie donde vi el brillo de la luna.

Respirar aire de nuevo me hizo tomarme unos segundos antes de mirar en dónde me encontraba. El lago, estaba en el lago con el diario flotando en el agua, me acerqué al diario ya que algunas páginas se habían salido de él.

Fecha: 22 de Junio, 2002

Ya no sé que más hacer para que Johan se fije en mi. Me he puesto mi mejor ropa para ir a la escuela, lo he estado animando en sus partidos de soccer, le he enviado mil cartas en su casillero y sólo las desecha para seguir hablando con Morgan...

Mis planes han cambiado, no me pondré a rogarle a Johan, me concentraré en deshacerme de Morgan que no necesita para nada estar con alguien tan maravilloso como lo es Johan.

¿Qué haré primero para cumplir mi cometido?. Morgan no menciona ninguna alergia que ella tenga para inculpar a Johan de ello haciendo que ella tome el camino de irse, tampoco sé mucho de ella como sus horarios, debería seguirla después de la preparatoria para saber que hace en todo el día.

—Maldita, Jennie... —Escuché como en la orilla del barranco se acercaba alguien, recogí las páginas del diario junto a lo que quedaba de él para salir a la orilla del lago que daba con el bosque para no ser visto.

Morgan estaba de pie mirando hacia el lago, tan viva como antes. ¿Esto fue sin mí? ¿Qué hacía Morgan a las altas horas de la noche aquí sola?.

Alguien sabía que ella estaba ahí, otro par de pasos apresurados corrían hacia ella, aquella persona la empujó al lago desde arriba, Morgan golpeó su cabeza contra las rocas antes de caer al agua... fue horrendo ver este momento, no podía moverme aunque quisiera, solo veía el agua del lago sin dar señal de Morgan.

—Johan... —Escuché a Jennie viniendo hacia mí, por el pánico y con el diario en mano corrí por el bosque.

Nunca he visto el bosque así que es muy probable que me pierda, mientras que esté lejos de ella estaré bien aunque no lo conozca.

—Mierda... ¿Qué hago? —Me dije a mi mismo mientras me consumía el pavor.

—Johan, sal de donde quiera que estés, mi amor. —Al escuchar su voz me escondí tras un árbol para leer la siguiente fecha y salir de allí.

Fecha: 23 de Junio, 2002

Estoy haciendo mis planes para desaparecer a Morgan de la vida de Johan, hasta ahora solo he podido molestarla cambiando sus notas gracias a mi conexión con el maestro, avergonzarla en el equipo de volleyball, escribir cosas hirientes en su casillero y pupitre pero aun no se le ha pasado la idea de matarse, Johan sólo le pone atención a ella y la apoya moral, física y psicológicamente.

¡¿Qué tan difícil es ignorarla y olvidarla por un momento?! ¿Acaso Johan no tiene cosas mejores que hacer? Necesito más, saber que le duele a Morgan para que desaparezca sin importar que diga Johan para evitarlo.

—Johan... ¿Dónde estás? —Jennie se escuchaba más cerca, entusiasmada por encontrarme y tenerme sólo para ella.

—Joder... —Pensé para mi mismo.

—Johan... Ven por acá. —Dijo Morgan escondida tras un árbol—. Podemos ir a mi casa. —Salió de atrás del árbol en dirección a su casa, que ilusiones me hace tener esto, tanto que pienso que estoy drogado.

Seguí rápidamente a Morgan, ¿Cómo es que ella sabe cuál es la casa de Jennie? Pues allí me dejó antes de perderla de vista. Me acerqué a la puerta esperando que estuviera abierta pues Jennie venía cerca, la abrí con un broche que en mi bolsillo encontré y la cerré con prisa pues ya me había visto Jennie.

—¡Johan! ¡Dejame entrar! ¡Sólo quiero amarte! —Tocaba a la puerta sin parar pero podría decirse que estaré seguro un tiempo para seguir leyendo sus notas.

Me dirigí a la recamara de ella para leer más tranquilo, encontré una llave en su cama que no sé muy bien que abría pero no podía entretenerme indagando de más.

Fecha: 23 de Junio, 2002

Estoy agotada, cansada, sin ganas de existir por un momento mientras lloro en mi recamara. ¿Por qué Johan no me amará? ¿Por qué me siento así por él? Los hombres no han sido un problema para mi, todos están a mis pies con lo bella que soy pero no logro comprender el misterio de Johan. Me hace sentir cosas que ningún otro hombre ha hecho sentir, mierda, necesito tenerlo.

Johan debe ser mío por encima de la estúpida de Morgan. No más juegos ñoños, no más gilipolleces, Morgan desaparecerá de una vez por todas y nadie nunca podrá saber quién o qué fue lo que le pasó.

—Jennie lanzó a Morgan del acantilado del lago... ¿Qué juicio llevaba Jennie antes de esto? —No logro entender como soy capaz de hacerle sentir tantas cosas a una chica como Jennie con tantos pretendientes tras ella; como para que asesine a la única chica que he amado en toda mi existencia.

·Dear Jay· [Primer Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora