Amor bajo el mar

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-Tú sabrás, pero si mañana te cuesta caminar, bueno, yo no me hago responsable- alzo mis manos en señal de inocencia y se ríe un poco, me levanto y me quito las botas y deshago el nudo del pantalón y lo bajo dejándolo a un lado, también me quito lo último de mi ropa hasta que quedo completamente expuesta ante ella y se queda mirándome- sí, lo sé, no soy ni parecida teniendo mi cola, no soy perfecta- me rasco la nuca encogida de hombros, toma mi mano y hace que quede a su altura

-Para mí eres perfecta, perfectamente imperfecta y así me gustas y no quiero oírte decir lo contrario, ¿ha quedado bien claro?-

-Perfectamente- volvemos a besarnos y esta vez le dejo experimentar con mi cuerpo, me acuesto en la cama y ella ahora está encima de mí y consigue sacarme varios gemidos y jadeos cuando muerde puntos sensibles que ha descubierto o cuando se dedica a prestarle atención a mis pechos y cuando se dispone a avanzar la noto insegura y creo saber el porqué, por lo que hago que me mire y le sonrío de forma tranquilizadora- tranquila, no hace falta que hagas lo mismo que yo te hice, hay otras maneras de que yo disfrute, pero como tú quieres que yo también lo haga lo haremos juntas, no te preocupes- le calmo y asiente, vuelvo a dejarla sobre la cama yo en medio de sus piernas, con cuidado se las separo un poco para después yo abrir las mías y entrelazar nuestras piernas de manera que nuestras zonas íntimas se rozan, muevo con suavidad mi cadera haciendo que haga la cabeza hacia atrás disfrutando de la sensación, sigo moviéndome lentamente hasta que noto que ella se siente con más confianza y acompaña mis movimientos con sus caderas aumentando más el ritmo, me siento aún haciendo esta acción y prácticamente nos aferramos la una a la otra mientras nuestros movimientos acaban complementándose, callamos nuestros gritos y gemidos de placer en los labios de la otra, cuando siento que me falta poco aumento el ritmo a uno más violento y rápido que parece gustarle ya que ha llegado incluso a morder con fuerza mi labio de manera que hasta me ha hecho sangre, que la verdad es que no me ha molestado en absoluto, cuando llegamos las dos a la vez a nuestro punto máximo de placer vuelvo a hacer que caiga sobre mi pecho un tanto sudado por tal acto que hemos hecho y nos quedamos en silencio mientras ella hace con sus dedos sobre mi pecho dibujos aleatorios y yo hago lo mismo en su espalda

-¿Ves que sí pude ser capaz?- no puedo evitar reírme por el comentario- gracias por esta primera vez tan maravillosa- me sonríe y dejo un beso en su frente

-No hay que darlas, seguro que si hubiese sido al revés tú harías lo mismo por mí- una duda se me pasa por la cabeza pero no quiero preguntar porque puede incomodarle

-¿En qué estás pensando?, y no me digas que en nada porqué ya sé cuando me mientes y sé que me quieres preguntar algo, puedes hacerlo, no me molestaré- tomo valor para preguntar

-¿Tú antes de ser desterrada eras como yo te conocí o eras diferente?, no hace falta que me contestes si no quieres- 

-Pues era diferente, hace más o menos unos 15 años era como soy ahora pero con una cola de escamas violetas, pero mi querido hermanito pensó que no era suficiente castigo el desterrarme, también me condenó a tener aquella forma, me costó mucho realizar esta poción por un par de días determinados, me costó mucho y esta es la ocasión adecuada para haberlo usado y no me arrepiento de haberlo usado-

-Buscaré la manera de deshacer su maldición, algo en mí me dice que puedo hacerlo, pero que busque esa manera, no quiere decir que me gustes más así, yo te amo seas como seas, tentáculos incluídos o no- me ve con asombro

-¿Qué has dicho?- pregunta emocionada y le miro confusa- antes de lo de tentáculos incluídos-

-¿Que te amo?- asiente y me doy cuenta de lo dicho- vaya, me habrá salido inconscientemente, pero en verdad es lo que siento, yo te amo- sonrío rozando mi nariz con la suya