Mi mamá es un Vaporeon: La colonia de los híbridos

2. Una chica con extrañas habilidades.

Norian y Anna se encontraban consternados, puesto que aquel ataque los había tomado por sorpresa, afortunadamente había sido repelido a tiempo, sin embargo, aún tenían la duda de quién era aquella persona qe tenían enfrente.
-¿Qué diablos quieres con nosotros? -Preguntó Norian.
-¿Y por qué tienes una máscara tan extraña? -Continuó Anna.
-Amor. -Susurro Norian-. No creo que eso sea relevante ahorita.
-Claro que si, usó a un Charmander, en lugar de un Bulbasaur en su máscara.
-A nadie le gusta Bulbasaur, es bien sabido.

Mientras ellos dos discutían de aquel tema, la mano de la encapuchada comenzó a teñirse de color morado brillante apuntando hacia un árbol el cual comenzó a desprenderse del suelo desde la raíz para ponerse a levitar en el aire, cosa que no pasó desapercibida para Norian, quien junto a su novia dejaron de discutir para presenciar aquel suceso.
-¿Qué demonios? -Se preguntó a su mismo el chico, quien una vez siendo arrojado aquel árbol hacía él, logró sostenerlo con sus manos, evitando que Anna se hiciera daño-. Anna, regrésate a la casa, no quiero que esa persona te haga daño.

Anna asintió y haciendo caso a su novio corrió hacia la casa.
-Seas quien seas, me atacaste y eso no lo puedo pasar desapercibido. -Norian soltó el árbol en el suelo y se desabrochó los botones de las mangas para poder recorrerselas por todo el antebrazo hasta los codos-. Tengo algunas dudas, que me responderas a golpes.

Aquel oponente no dijo nada, solamente separó ambos pies del suelo para volar rápidamente hacia Norian, quien sorprendido apenas pudo bloquear el golpe que le lanzó, haciéndolo retroceder arrastrando los pies en la tierra, aquel golpe fue tan fuerte que tuvo que sacudirse un poco las manos para quitarse la incomodidad de ellos.
-Bueno, debo reconocer que eso es nuevo. -Dijo antes de responder el ataque, saltando bastante alto y tirando una patada que también fue bloqueada por la contraria, haciendo que soltara un gruñido por la fuerza requerida para aquello y se alejo del chico.
-Es más fuerte de lo que pensaba.- Dijo la chica, quien optó por tirar varios golpes, intentando acertar alguno al rostro de este, pero todos eran bloqueados por gran agilidad por parte de él.
-Creo que no eres tan amenazante como pareces.- Norian alcanzó a tomar una de las manos de la chica para intentar quitar la máscara con la otra, ella al notar esto lo pateó en el estómago para alejarse de él, retrocediendo ambos.
-Eso lo veremos.- Ambas manos de la chica tomaron de nuevo ese brillo morado, Norian comenzó a levitar, a causa de eso movió los brazos y las piernas, apenas se dio cuenta había sido lanzado contra una barda, destruyendola en el momento-. Vamos chico, muéstrame tu verdadero potencial.

El derrumbamiento de la barda había levantado una capa de polvo denso, mientras que la chica se acercaba a este esperando que el chico se levantara, sin bajar la guardia en ningún momento. De pronto vio como se aproximaba un proyectil, una simple roca que pudo detener con facilidad, aunque, aquella simple roca fue suficiente distracción, puesto que posteriormente sintió la dura tacleada de Norian la cual la envió varios metros lejos, cayendo de espaldas.
-Te distraes muy fácil. -Dijo Norian mientras se quitaba los restos de su camisa que había sido destozada con el previo ataque de la chica. No pudo decir otra cosa puesto que fue arrollado por un auto, arrojado por la fuerza psiquica de la chica.
-¿Solamente yo? -Dijo astutamente mientras se levantaba, dirigiéndose hacia aquel auto destrozado el cual se encontraba bastantes metros lejos-. Eres demasiado confiado.

La chica también fue interrumpida, al caerle el árbol que anteriormente había arrancado de raiz.
-¡A mi novio no lo vas a tratar asi!- Se escuchó la voz de Anna, quien salió montando a Iris y se aproximó hacia el auto destrozado

De pronto, el árbol fue destrozado por un rayo, de varios colores, algo que era bastante conocido para ellos.
-¿Eso es... un Psicorrayo? -Se preguntó Anna sorprendida por dicho suceso, tal fue su sorpresa que no se dio cuenta que ese ataque se dirigía hacia ella.