Mi mamá es un Vaporeon: La colonia de los híbridos

11.¿Quién es el malo?

     Norian caminaba por las calles de la ciudad, ansioso por conocer a la gente que ahí habitaba, había tantos lugares por visitar y tanta gente a quien entrevistar, de igual manera se consiguió una libreta y una lapicera para apuntar los avances que vaya haciendo. Solamente que se encontraba en un nuevo dilema: ¿por donde debería de empezar?
     De tantos lugares, negocios y gente que se encontraba a su alrededor no sabía a donde ir primero, se sentía como un campesino que tiene que recoger la cosecha de todo su campo solo con sus manos y sin ayuda de nadie. Pero, tenía las ganas y la determinación, así que sacó el mapa de la ciudad que el señor Kyo le había regalado para trazarse una ruta y comenzar a agendar sus tiempos, tenía algo de tiempo para poder llevar a cabo su trabajo.

     Una vez que trazó una pequeña ruta para visitar algunos lugares cerca de donde se encontraba se dispuso a comenzar. Este se pasó por los negocios de la gente que se encontraba cerca, algunos vendían productos de belleza, otros decoraciones para la casa, unos más ingredientes para comida, pero, cada persona con la que platicaba era muy amable con él, especialmente cuando veían el pase que le había proporcionado el señor Kyo. Norian era directo a la hora de preguntar acerca de las personas, aunque, para ganarse más la confianza cambiaba su fisico, dejando ver sus rasgos de Vaporeon, así, al ver estos que quien habla con ellos es un híbrido también sueltan más fácilmente las palabras y son más abiertos a la hora de platicar.

     La tarde se le pasó volando al joven una vez que agarró más confianza para poder platicar con los habitantes de Big Jam City. Si quiera se acordó de comer, hasta que escuchó ese característico sonido dentro de su panza que le indicaba que necesitaba recibir alimento, por lo que se dispuso a buscar un lugar para comer, pero, apenas dio vuelta en una esquina vio a su madre venir junto con Anna, ambas platicando bien alegres.
     —¡Hijo! —Exclamó Aqua con una gran sonrisa al ver a su hijo, corriendo hacia él
     —Hola mamá. —Dijo Norian, respondiéndole la sonrisa de la misma manera—. ¿Vienen de paseo?

     Aqua asintió.
     —Tu madre pasó por mi a los laboratorios y dijo que quería ir a comer conmigo. —Dijo Anna.
     —Si, y ahora que nos encontramos contigo podrías acompañar a estas dulces y hermosas señoritas. —Dijo Aqua.
     —Por supuesto. —Respondió Norian—. De hecho, justo apenas me estaba dando hambre también.

     Los tres entonces fueron a un restaurante, un lugar que tenía la particularidad de servir tanto comida para humanos, como para pokemon, además de la combinación de ambas para quellos que disfruten de ambas partes.
     —Y dime Norian. —Dijo Aqua—. ¿Pudiste comenzar con tu investigación?
     —Algo así. —Respondió Norian—. El día de hoy lo tomé para poder conocer a la gente, ya sabes, platicar un poco con ellos, contarles sobre mí, sinceramente las personas de aquí son muy interesantes, nunca me imaginé conocer a tantas personas así.
     —Me alegra que te puedas abrir así con la gente. —Dijo Anna, sonriendole a su novio.
     —¿Y a ti como te parecieron los laboratorios?
     —Ah, están bastante bien. —Anna se calló un momento, tratando de contenerse, pero al final no pudo y cedió ante la emoción, alzandó un poco la voz muy contenta—. ¡Pero es mil veces mejor de lo que pensaba! Hay muchas personas trabajando en el lugar, investigando, experimentando. Podía ver muchos prototipos de distintos artefactos, había varios científicos investigando, me mostraron algunas ideas que tenían y me pedian mis opiniones para poder hacer mejoras, les gustó la perspectiva que yo les daba y me invitaron a ayudar cuando estuviera dispuesta.
     —¡Que bueno! —Norian estaba feliz por Anna, al ver el entusiasmo como le contaba las cosas le causaba una sensación agradable en su interior.
     —¿Y tú obtuviste alguna buena historia de la gente con quien platicaste? —Preguntó Aqua.
     —Si, de hecho muchos tenían historias similares. Fueron vetados de sus casas, de sus poblados, o huyeron de sus ciudades una vez que les fue descubierta su naturaleza, o bueno, los genes de donde provenían, habían otros más que tenían algo de amnesia de los sucesos que los llevaron a venir aquí, eso si, lo que parece ser es que todos fueron traídos aquí por el señor Kyo, y están agradecidos por haber recibido ese amparo.
     —Al parecer el señor Kyo se ha sabido ganar el respeto y cariño de todos sus habitantes. —Dijo Anna.
     —¿Ustedes creen que el también sea un híbrido?
     —Lo más seguro es que si lo sea. —Dijo Aqua—. Quizás sea cuestión de tiempo para que podamos verlo de esa manera.
     —Aunque, la verdad es que entre todas esas historias, hay una en la que realmente quisiera indagar más.