Mi mamá es un Vaporeon: La colonia de los híbridos

3. Más híbridos en una ciudad tranquila.

     Norian se sentó en la sala junto a sus padres, cada uno con una taza de té en las manos, en el caso de Aqua, ella tenía un banquillo frente a ella con la taza posada sobre de este.  La situación parecía lo suficientemente seria, por lo cual, los mayores esperaban a que el chico les contara lo que tuviera que contar, pero, aparentemente pensaba de donde empezar.
     —Antes que nada. —Comenzó Norian—. Tienen que saber que anoche, cuando llevé a Anna a su casa, fuimos atacados por una persona desconocida. —Esto último hizo que ambos reaccionarán con preocupación, sin embargo continuó—. Yo me enfrenté a ella.  La chica tenía un tipo de habilidad psíquica, movía las manos de manera muy extraña y estas brillaban, al inicio yo pensé que portaba tecnología avanzada por esa forma en que brillaban sus manos, pero también me di cuenta que no tenía ningún conocimiento en combate.
     —¿Cómo supiste eso? —Interrumió Aqua—. Digo, perdón...
     —No, no te preocupes mamá. —Norian dejó su taza sobre la mesita del centro—. Bueno, cuando yo la atacaba, apenas podía responder a mis ataques, dependía mucho de sus poderes y se veía que no sabía usarlos bien, pero, lo extraño fue cuando por fin pude quitarle la máscara.
     —¿Pudiste verle el rostro entonces? —Preguntó Gilbert.
    
     Norian asintió, enseguida, se le vino a la mente la imagen del rostro de la chica de nuevo, su mirada se centró en la mesita que sostenía su taza de té mientras continuaba hablando.
     —Tenía, al menos en el rostro, los rasgos de un Gardevoir, el cabello verde, la piel blanca como la nieve y unos ojos extremadamente rojos, eso es lo único qe logré verle, lo demás estaba cubierto con una capucha.
     —Eso debe explicar las  habilidades psíquicas. —Aqua bajó del sofá para caminar un poco alrededor de la sala—. Lo que yo no me explico es, ¿por qué te buscaría específicamente a ti?
     —Creo que a hay muchas más preguntas además de esa mamá. —Al igual que su madre, el chico se levantó para acercarse a la ventana y mirar a través de esta—. Y creo que sé como obtener las respuestas de cada una de ellas.
     —Te acompaño. —Dijo Aqua.

     Momentos después, madre e hijo se encontraban tocando el timbre de una casa ubicada no muy lejos de su vivienda, luego de unos segundos de espera, abrió la puerta la especialista, genio de la robótica y ex miembro del Equipo Rocket: Diana.  Ella al verlos los recibió con una enorme sonrisa en el rostro.
     —¡Noah! ¡Qué gusto verte! —Dijo la chica de manera enérgica.
     —Hola Diana. —Respondió Norian mientras reía levemente debido a la equivocación con su nombre, algo que ya era típico de Diana—. Disculpa por haber venido sin avisar.
     —Nah, no pasa nada, de todos modos no estábamos haciendo nada importante.
     —¡Diana! —Se alcanzó a escuchar la voz de su hermana mayor dentro del sótano—. ¡Si no vienes pronto esto va a explotar!
     —¡Voy!
     —Espera, ¿dijo "explotar? —Preguntó Aqua. 

     Seguido se escuchó un escándalo proveniente del mismo lugar, cosa que hizo que los tres corrieran, nada más para encontrarse con una peculiar escena; Nadia estaba siendo arrastrada por el techo con una bota propulsora en el pie con todo el impulso y sin intención de reducir la intensidad mientras Leafeon y Empoleon saltan, intentando atraparla, el par de la misma bota giraba en el suelo con la misma intensidad de un fuego artificial.
     —¡Deja te ayudo! —Dijo Norian sin quitarle la mirada, rápidamente pudo predecir hacia donde se dirigía y saltó para agarrar a la chica del pie con la bota, algo que hizo que se descontrolada mas, cayendo los dos y estrellándose contra un rincón lleno de cajas con distintos planos, quedando sepultados entre todas estas, enseguida ambas botas se apagaron.
     —¡Ouch! —Expresó Nadia debajo de la pila de cajas.
     —¿No dijiste que iba a explotar? —Preguntó Diana.

     No pasó ni medio segundo cuando la bota tirada en el suelo soltó un pequeño destello, seguido de unas chispas inofensivas que saltaron hacia todos lados.  Leafeon y Empoleon corrieron para quitar las cajas y ayudar a los otros dos a salir de ahi, quienes luego luego se sacudieron el polvo.
     —Te lo agradezco chico. —Dijo Diana quitándose la bota para tirarla al suelo junto con la otra.
     —No hay de que. —Norian se tropezó con una caja y finalmente pudo salir de entre todas las demás.  El chico volteó a ver para todos lados, asombrandose por cada cosa que veía a su alrededor—. ¡Wow! Si que le han invertido tiempo en este lugar.