9. El encuentro.

70 4 4
                                    

     Norian, extrañado por haber sido metido de una manera tan brusca hacia aquel apartamento se quedó mirando por unos momentos a aquella chica que se encontraba frente a el.
     —¿Quien eres tú? —Preguntó sin más.
     —Te encuentras en una posición muy defensiva. —Dijo la chica—. Necesitas calmarte un poco para poder hablar con la cabeza más fria.
     —¿Calmarme? ¿Cuando una persona que ni siquiera conozco me jala de esta manera?
     —Yo sé que mi intromisión haya sido sorpresiva e inoportuna. —La chica agarra sus manos frente a ella, enredando sus dedos entre sí—. Pero, lo primero que quiero que sepas es que no he venido a hacerte daño.

     La mirada serena y fría de la chica pareciera haber penetrado en los ojos del joven una vez que se cruzaron ambas, aquello hizo que éste se tranquilizara y soltara un pequeño suspiro.
     —Bien. —Dijo Norian—. ¿Qué quieres de mí?
     —Permíteme presentarme. —Dijo la de cabellos blancos—. Mi nombre es Grace.

     Aquel nombre resonó en su cabeza, como si ya lo conociera de algún lugar.  Sus recuerdos pasaron por su cabeza rápidamente hasta que recordó a Greyson mencionar el mismo nombre, pero aún asi, mantuvo la calma para ver si podía indagar un poco más.
     —¿Eres la chica que irrumpió junto con los otros dos ayer en la arena de batallas?

     La chica asintió.
     —Lamento que nuestra carta de presentación no haya sido del todo grata. —Mencionó Grace—. He de decir que mis compañeros han sido castigados por su estúpido comportamiento.
     —¿Castigados?
     —Así es. —Ell comenzó a caminar lentamente por el lugar—. Son chicos que se encuentran en entrenamiento, son bastante impuslvios.
     —Ok, entiendo. —Dijo rápidamente Norian—. Pero, lo que yo quiero saber es...
     —A eso voy. —La chica se tomó un momento mientras giraba su mirada hacia el chico—. He sido enviada con el fin de reclutarte para nuestro grupo.
     —La Pandilla Eevee.

     Grace hizo un gesto de molestia.
     —Nunca me ha gustado ese nombre que nos han puesto.  Si bien, nuestros genes vienen de una misma preevolución, no quiero que nos vean como una banda de maleantes revoltuosos.
     —Pero eso es lo que son.
     —¿Qué? —Pregunta con cerca incredulidad.
     —Lo que sucedió ayer me dio la clara señal de que no tienen buenas intenciones, sea lo que sabe que hagan, a pesar de que hayan castigado a sus dos integrantes, estoy seguro de que lo que hicieron fue en base a alguno de los objetivos que tiene su asociación.

     Eso último hizo que Grace soltara una pequeña carcajada.
     —¿Sabes? Lo gracioso de la ignorancia es cuando la hacen notar con opiniones estúpidas. —La chica pálida camino hacia la puerta que daba a la terraza del apartamento, todo el tiempo siendo seguida por la mirada de Norian—.  Basas tu opinión con lo primero que ves y no te molestas en mirar más a fondo para comprobar lo que realmente sucede.  Es bastante irónico.
     —Bueno, yo...
     —No digas nada más. —La chica saca una tarjeta de el escote de su vestido y la lanza hacia Norian, quien la logra atrapar—. Te voy a dar una oportunidad, en cuatro horas nos veremos.

     Norian mira la tarjeta un momento, en eso escucha la puerta del apartamento abrirse lo cual lo hace voltear rápidamente hacia esta.
     —Norian, ¿estás aqui? —Se escuchaba la voz de su padre al momento de abrirse la puerta, seguido este ingresó al lugar—. Hola hijo, creí que te habías quedado con Anna.
     —Oh, papá. —Dijo Noran—. Si, así fue, es que yo... —El chico voltea a ver hacia la puerta de la terraza y la ve abierta, Grace ya se había ido, lentamente giró su mirada a su papá tratando de inventar una excusa— ...yo... Me vine a ver si este apartamento era igual que donde me quedé.
     —Son bastante parecidos ¿verdad? —Dijo Gilbert—. Yo también supuse eso.
     —Dime papá, ¿ya desayunaste?
     —Ah, no, de hecho por eso te estaba buscando, cuando fui a verte estaba nada más Anna y dijo que habías ido a buscarnos a mi y a tu madre, supuse que estarías en algún otro lado, así que vine aquí primero.
     —Si que me conoces bien.

Mi mamá es un Vaporeon: La colonia de los híbridosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora