Capítulo 18

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CHRISTIAN BROWN

Estoy a nada de volverme loco, tengo que buscar una manera de hablar con Carolina. No puedo dejar las cosas así. Me tiene muy mal el pensar que no volveré a hablar con ella.

Han pasado dos semanas desde que se enteró de la apuesta y de la lista. Dos jodidas semanas en donde la he visto muy feliz con Alex e incluso se rumorea que han estado saliendo. Sabía que esto era lo que iba a pasar y aún así decidí seguir. Ahora me pregunto, ¿me costaba tanto decirle a Liam que me enamoré de ella?

Justo ahora la estoy viendo almorzar con Marie y Alex, tiene una gran sonrisa en su rostro y un precioso brillo en sus ojos.

Liam, se gira para ver lo que estoy viendo y suelta un suspiro.

-Christian, si no te enamoraste de ella, ¿Por qué te duele tanto que ahora sea feliz con Alex?

-Liam, te mentí. Estoy muy enamorado de ella. El solo pensar que está ahí me hace adicto a ella. La necesito, Liam.

Él sonrío con diversión y asintió con la cabeza.

-Se veía de lejos que estabas enamorado de esa tal muñeca. ¿Qué estas esperando para recuperarla? Alex te está quitando a tu chica.

-Hoy la recuperaré, lo intentaré una vez más.

Por la tarde, fui a la casa de Carolina, mi idea es dedicarle una canción que me recuerda a ella desde que nos separamos. Traje un ramo de rosas para hacer que este momento sea mas lindo.

Encendí la bocina de mi auto y le puse play a la canción de Danny Ocean titulada Me rehúso y de inmediato comenzó a sonar por los altavoces de mi auto. Me recargué en el auto, con el ramo de rosas en las manos y un nerviosismo que jamás había sentido en mi vida, esperé a que Carolina saliera.

No tardó mucho en salir, en cuanto me vio sonrió, caminé hacia ella y le extendí el ramo de rosas.

-Hola princesa.

-Vete- Me dijo con una sonrisa.

- ¿Qué? - La miré confundido- Carolina, solo quiero que me perdones. Quiero que vuelvas a ser mi muñeca. Quiero volver a pasar tiempo contigo. Quiero que esta vez seas mi novia. Sé que soy un idiota y que jamás debí apostarte, pero cuando lo hice no te conocía.

-Lo lamento, pero yo no doy segundas oportunidades, Brown.

Genial, ahora me llamaba por mi apellido. Me encantaba oír como abreviaba mi nombre, ojalá nunca hubiera dejado de hacerlo.

-Deja de buscarme, por favor.

Se dió la vuelta y se adentró en su casa dejándome ahí parado con las rosas en la mano. Me di la vuelta para caminar hacia mi auto y entonces lo vi. Vi ese Jetta blanco y sé perfectamente de quien es.

Alex está con ella. Tengo que confirmar si es verdad lo que dicen los rumores. Me subí rápidamente a mi coche y lo arranqué, pero lo detengo en la esquina de su casa. Sé que esto es muy acosador de mi parte, pero necesito salir de dudas.

Veo por el espejo retrovisor directamente a la puerta de la casa de Carolina. Al poco tiempo, la puerta se abre y de ahí sale Alex. Le dice algo a Carolina que la hace reír, se acerca a ella y la abraza, cuando se separan, él se sube a su auto y se va, no sin antes mandarle un beso a Carolina.

Ella se queda ahí de pie viendo como Alexander se va, está muy sonriente, pero esa sonrisa desaparece cuando sin querer, nuestras miradas se encuentran y de inmediato empieza a caminar al auto. Oficialmente, soy hombre muerto.

- ¿Se puede saber que carajos haces parado en la esquina de mi casa? - Dijo mientras abría la puerta. Está muy molesta.

-Dijiste una mala palabra, tienes que besarme, esa fue la condición que pusimos.

-Si, cuando éramos...no, ni siquiera fuimos algo, pero...

No la dejé terminar y sin pensarlo, la besé. Necesitaba hacer eso. Me empujó por el pecho y caí en el asiento de mi auto.

- ¡Christian! - Me gritó molesta- ¿No puedes dejarme? Solamente vete, entiende de una buena vez que no te quiero ver, solo quiero olvidarte.

Los ojos se le llenaron de lagrimas que no tardaron en caer por sus mejillas.

-No quiero que me olvides. Te necesito, Carolina. Necesito todo de ti.

Me miró con la tristeza en sus ojos, se tapó la cara con ambas manos y comenzó a llorar. 

-Carolina, no era mi intención lastimarte. Me enamoré de ti, quiero que tu me enseñes lo que es el amor.

Se quitó las manos de la cara y levantó la cabeza.

-Si de verdad te enamoraste de mí, déjame olvidarte, aléjate de mi y no vuelvas a buscarme.

Y sin más, se metió a su casa dejándome con el corazón roto. Creo que es momento de dejarla ser feliz, daría mi vida por ver su linda sonrisa y si ella no puede ser feliz conmigo, es mejor que la deje ir.

Él mi crush, yo su apuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora