Más Loco Que Yo (Guro x lector chico)

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Tome la silla más cercana y la lanze con todas mis fuerzas hacia la ventana. Veía de reojo como Iván forcejeaba contra Guro tratando de indagar sus uñas en la piel de el castaño. Abril parecía estar en una furia intentando de dañar a Iván igual, pero no parecía poder tocarlo.

Cuando el cristal se rompió, eche a correr. El lugar más cercano era el baño. Mientras corría sin pensamiento alguno escuchaba la ráfaga de viento lo cual me indicaba que Abril me seguia. Cerré la puerta de golpe y entre a uno de los baños de chicas.

Estoy seguro que no les molestaría, después de todo, me seguía un espectro.

Trate de contener mi respiración. Pero fue en vano. La ráfaga fría pronto se sentía en el mismo baño que yo. En menos tiempo vi como el aire azul se manifestaba a mi lado. Pero en este momento sólo miraba hacia abajo, boquiabierta.

Lentamente, seguí su mirada hasta ver un piti, muy en mal estado tirado en el suelo. Claro, si conocía algo de Abril tenía que ser esto. Asumo que los hábitos siguen hasta la muerte después de todo.

Extendi mi mano cuidadosamente y recogi el objeto, vi como los ojos de el viento me seguían y pronto se fijaban en lo que contenía mi mano. Se lo ofrecí, casi como una oferta de paz.

Abril, ahora en su forma fantasmagórica, tomó el piti y se fue. Sin más ni menos.

Bueno. Almenos seguía siendo la misma. Una matona y adicta.

Suspire. Por fin tenía tiempo de pensar.

Guro me había besado.

Guro, mi crush desde que tenía memoria

Guro, el que estaba peleando contra un asesino.

Guro, el que ciertamente moriría en el intento.

Abrace mis rodillas y enterre mi cabeza en ellas. No podía creer que el moriría sin saber mis sentimientos.

Y yo estaba aquí sentado, en el baño de chicas como un imbécil.

....

Habían sido unos minutos ya, Guro no había vuelto y la preocupación me carcomia por dentro. Ya era suficiente. Abri la puerta de el cubículo, dirigiéndome en la dirección de el aula. Marchaba con enojo casi pateando cada puerta en mi camino. Pare en seco al ver a Guro aún en el frente del aula, cubierto en sangre y cargando una bolsa negra de basura.

No me contuve, corrí hacia el y me avalanze a sus brazos. El dejó caer la bolsa con un fuerte "thud" y me abrazo devuelta. No me contuve más

-Guro Dios Santo no lo puedo creer estas vivo, te he amado por tanto que ni te imaginas he pasado más de 3. putos. años. queriendo estar contigo y no puedo creer que después de todo eso hayamos llegado hasta aquí oh verga ¿esa sangre es tuya? - balbucie incontrolablemente. Guro dejó ir unas suaves carcajadas, dejando que su cabeza sangrienta se apoyará en mi hombro

-No, tonto~ la sangre no es mía. Siempre tan preocupado por mi~ ¿quien no se hubiera enterado que te morias por tu amigo de la infancia? ___-chan aveces creo que piensas que soy estupido~- iluminó el castaño, dejando un beso en el adentro de mi cuello.

-¿¡Estas de broma?! - grite sorprendido, sonriendo atónito -¡hijo de puta! ¿¡como es que nunca me dijiste que sabias!?- moleste, riéndome de la felicidad y tomándolo de los lados de su cara para chocar nuestros labios en un beso desastroso y cálido. -no te puedo creer- murmulle cuando los dos nos separamos por aire

-Jeje~ era más divertido verte tropezarte y desearme en secreto~- dijo el oji-naranja con una sonrisa malévola.

Lo bese de nuevo, dejando que el se tumbara hacia atrás mientras yo quedaba encima de él, besandolo más apasionadamente mientras el introducía lengua.

Mientras se procedía el acto del amor joven, una cabeza peli-negra rodaba fuera de la bolsa de basura.