El Credo.

wahid

Tras la declaración de los "Asesinos" para encontrarse con el grupo de Izuku, los chicos estaban en la sala de estar, se estaban terminando de preparar para su pequeño encuentro, faltaban 5 para las 6 PM.

Melissa: ¿Seguros que no necesitan nada? - Dijo Melissa quien estaba con su portátil en el comedor.

Izuku: Seguros Melissa, solo tienes que mantenernos informados de la situación o de algún cambio en el plan.

Melissa: De acuerdo, cuídense.

Los chicos asintieron y salieron de la casa para dirigirse a la catedral copta de San Marcos, antes de llegar Shoji y Tokoyami se separaron del grupo. Izuku, Eijiro y Shoda subieron hasta lo alto de la catedral y allí estaban los "asesinos" lo raro era que no estaban usando las túnicas.

Miguel: Señor Deku... es un placer verlo, mi nombre es Miguel Cross.

Un hombre de unos 45 años se acercó a darle la mano a Izuku, el chico acepto el apretón, pero todo el rato el asesino mantuvo su guardia arriba, algo andaba no cuadraba.

Izuku: Es raro ese estilo de comunicación de ustedes, mandar un asesino para matar a uno de mis compañeros es un poco... mmm como decirlo... Sospechoso.

En ese momento Izuku desvaino un poco su espada, los acompañantes de Miguel iban a hacer un movimiento, pero fueron amenazados por Shoda, quien les estaba apuntando con un arco.

Miguel: Pensé que eras un poco más tonto... pero me equivoqué, al parecer la fachada de que somos asesinos no te engaña mucho.

Izuku: Sinceramente solo un idiota les creería, sin las túnicas es más que obvio que no son asesinos ¿Qué quieren?

Miguel: ¿Acaso no saben el precio que tienen sus cabezas? En especial la tuya Deku, el ascenso que me darán por llevar sus cabezas va a ser bastante bueno. - Al terminar su discurso Miguel saco una pistola de bengalas y la disparo, en ese momento sus acompañantes intentaron atacar, pero fueron suprimidos por las flechas de Shoda.

Miguel saco una espada y se lanzó contra Izuku, el asesino lo detuvo con una patada en el abdomen que lo mando para atrás, Cross empezó a mirar a todos lados buscando algo, pero parecía no encontrarlo.

Izuku: Estas buscando a tus compañeros ¿verdad?

Miguel: Si... se supone que debían aparecer apenas lanzara la bengala.

Izuku: Eres demasiado estúpido para ser un templario, se supone que nuestras cabezas tienen precio así que te voy a preguntar algo... ¿Cuántos crees que somos?

Miguel: 5 ¿No?

Izuku: Exacto ¿Cuántos ves en este momento?

Miguel los conto rápidamente y abrió los ojos con una expresión de sorpresa, Izuku solo sonreía al ver la cara que ponía Miguel.

Izuku: Exacto faltan dos, era obvio que esto era una trampa no somos tan tontos, solo que no esperaba que fuera de un templario. Mande a mis otros compañeros a buscar tus amigos.

Para este punto ya no le prestaban atención a Miguel, el templario tomo su reloj e inicio mando una alerta, después de eso Izuku lo mando a dormir con una patada en el rostro, sin saber de la alerta.

Eijiro: Pensé que los templarios ya no existían. - Dijo Eijiro un poco curioso.

Izuku: Yo también, pero tal parece que ahora nos tienen en la mira ellos también.

En ese momento los chicos fueron interrumpidos por un grito.

Templario- ¡Los asesinos están en el techo!