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Reich se la pasaba leyendo el periódico en la sala.

Ya está la comida? - pregunto en voz alta.

Aún no - respondieron en la cocina.

Llevas más de dos horas en la cocina, como que no está la comida? - insistió Reich

Si te digo que no está lista, es que no está lista - respondió de mala gana quien cocinaba.

Que sucede? - pregunto Alemania entrando a la casa encontrando aquella peculiar escena.

Reich empezó a quejarse como si estuviera llorando.

Rusia quien venía con Alemania, comenzó a acariciarle el pelaje.

Solía gritar órdenes a una legión de mercenarios - empezó a decir - ahora le ruego a una vieja quedada por comida - dijo gimoteando.

Alemania trato de ahogar su risa mientras Rusia abría de sobre manera los ojos ante su atrevimiento.

Ahora menos te daré de comer - salió furioso URSS aventando
un trapo de cocina sobre él.

Rusia fue tras su padre tras ese trato de Reich.

Al tenerlos lo suficientemente lejos - El termino correcto es solteron - adjunto Alemania un poco risueño.

Alemania cargo a Reich en sus brazos para pasar al sillón junto con él.

No me hagas piojito que me duermo - advirtió Reich ante los mimos de su hijo.

Alemania se rio pero no le obedeció.

Me agrada que seas un gato - dijo animado Alemania.

A mí no, apenas y puedo recordar como era ser humano - se quejó.

Vamos, es más divertido ser gato - dijo emocionado.

Que tiene de divertido ser peludo y no tener manos, en esta apariencia nadie me respeta - soltó un poco molesto pero Alemania le empezó a acariciar nuevamente.

Quieres que te cepille? - le sonrió

Me ofenderia si no lo hicieras - dijo con seriedad.

Soltó una risita Alemania, lo cargo rumbo a su cuarto para buscar su cepillo.

Deberías de discúlpate con el señor URSS - le dijo a su padre.

El que tiene que disculpase es él conmigo, mira que intentar matarme de hambre - se quejó ante su hijo.

El señor URSS hace lo que puede, te recuerdo que ONU los obligó a vivir juntos y el no sabe cocinar - le advirtió Alemania - bueno no tan bien como esperas -

Todo sería más sencillo si tuviera manos - sollozo nuevamente Reich.

Aprenderás a sobrevivir de esta manera - le sonrió Alemania mientras le cepillaba con cuidado.

Después de tener lleno el cepillo de pelo, lo retiro y estaba por tirarlo.

No lo tires - advirtió Reich - estoy guardandolo - dijo tocando su mano de Alemania con su pata para impedir tal acto.

Alemania le sonrió y se lo dió, este lo tomo en el osico y salió por la ventana.

Para Alemania le agradaba pasar tiempo con su padre aunque fuera en esa apariencia.

Vengan a comer - se escuchó de Rusia en las escaleras.

Ya oíste te espero a bajo - le grito de la misma manera Alemania.

las aventuras de un malvado redimido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora