UN GATO Y UN CONEJO (sin corregir)

Saye 41.

 "Jiang Cheng lo miró, y luego presionó su pulgar y el índice contra los de Gu Fei".

Antes de que se dividieran las clases en el Primer Año, Gu Fei todavía estaba en la Clase 1. En ese momento, había un imbécil en su clase que estaba charlando con su nueva novia en la última fila durante un período de autoaprendizaje, probablemente también hubo algún contacto mutuo con el codo. Después de que el periodo de autoaprendizaje terminará, el tipo se iba directamente al baño.

Se decía que este tipo de sangre caliente había eyaculado simplemente por rozar los codos... y que iba al baño a deshacerse de su ropa interior.

Toda su clase se rió de eso durante más de un semestre.

A Gu Fei le había parecido muy divertido en su momento, pero ahora pensó que no eran tan diferentes después de todo...

Bajó los ojos para mirar el lado izquierdo de su cuerpo, la mano izquierda de Jiang Cheng seguía apoyada en su cintura. Al principio, sólo se había agarrado a él porque Gu Miao le había sorprendido, por lo que agarró a Gu Fei para mantener el equilibrio, tal vez porque Gu Miao seguía agarrada al asiento trasero de la bicicleta, no tenía otro sitio donde colocar su mano... así que simplemente la dejó allí, en la cintura de Gu Fei.

Para Gu Fei, este tipo de contacto «si no se mira con los ojos, apenas se siente» era algo que no podría sentir en absoluto en circunstancias normales. Ya había llevado a muchas personas en el asiento trasero de su motocicleta o bicicleta, tanto hombres como mujeres, así que este tipo de contacto era más que normal.

Pero la persona en este momento era Jiang Cheng.

Cuando miraba a Jiang Cheng en estos días, los recuerdos vagos o distintos del cuerpo de Jiang Cheng medio escondido en los diseños dementes y andrajosos de Ding Zhuxin surgían a veces en su mente de forma incontrolada.

Sus piernas, su cintura, su espalda, e incluso la cicatriz en su costado y el corte en su labios...

En resumen, la mano que Jiang Cheng apoyaba ahora en su cintura, era como una granada.¹•

Si explotara, quizá él también podría perder un par de ropa interior.

Después de pedalear por un rato, vio al resto de su equipo al frente... y a las chicas sentadas en sus asientos traseros.

Gu Fei estiró la mano derecha con la palma hacia atrás y apretó los frenos. Tan pronto como disminuyeron la velocidad, el rostro de Gu Miao se estrelló contra la palma de su mano. Mantuvo su rostro apoyado contra su mano y usó la fuerza para desacelerar en su patineta.

—¿Qué pasa? —Jiang Cheng preguntó desde atrás.

—Tú me llevas. —Gu Fei puso un pie en el suelo para estabilizarlos y se volvió para mirarlo.

—¿Ya estás cansado? —Jiang Cheng se bajó de la bicicleta—. Esa resistencia física tuya da pena. No puedes ni siquiera pedalear una bicicleta después de un solo partido.

—¿Por qué no me di cuenta antes de lo hablador que eres? —Gu Fei también se bajó y le empujó el manillar de la bicicleta.

—Nunca he cooperado con Er Miao antes—, Jiang Cheng se sentó en el asiento—. No voy a chocar con ella, ¿verdad?

—Si chocas con ella, sabe alejarse. —Gu Fei se sentó en el asiento trasero—. Vamos.

—Es muy difícil comenzar a pedalear en el momento, ¿no puedes esperar a que yo...? —dijo Jiang Cheng.