—¿Sana, crees que podrías sentarte? Vas a hacer un hueco en el piso.
Algún tiempo después de que la castaña se hubiese ido, Sana se encontraba caminando de un lado al otro por la alfombra de la sala. Chaeyoung y Mina, que se habían mantenido observándola desde que inició —no queriendo dejarla sola—, ya se estaban hartando de todo.
—¡Basta! —exasperada, Mina tomó a Sana por los hombros y la obligó a sentarse junto a Chaeyoung, quien las observaba divertida—. Quédate ahí, yo iré a preparar algo de té. ¡No te muevas!
Sana asintió con una expresión que le recordó a Chaeyoung a un pobre perrito, y la pelirroja se marchó hacia la cocina.
Chaeyoung rio entre dientes cuando Sana observó el ventanal frente a ellas con añoranza.
—Hey, no tienes que preocuparte —murmuró, acariciando su cabello con los dedos—. Jihyo estará bien, ella es la persona más fuerte que conozco.
—¿Física o sentimentalmente?
—Sentimentalmente. Física no tanto, pero es astuta y con eso le basta. Ella estará bien, te lo aseguro.
—No sabes de lo que él es capaz —musitó Sana, observando el suelo con preocupación—. Es la persona más horrible y fría que he conocido en mi vida. No le importa absolutamente nada con tal de tener lo que quiere... Y Jihyo le... Ella lo golpeó y... Y me...
—Ella te salvó, Sana. Y estoy completamente segura que si tuviera que hacerlo otra vez, lo haría. Ella no... No le teme a nada.
—No entiendes, Chaeyoung. Tengo... Yo tengo... Creo que tengo...
—¿Miedo? —preguntó con cautela.
Los ojos esmeralda se alzaron hacia ella y Chaeyoung pudo ver en ellos algo que hace mucho tiempo no presenciaba. Destellos de distintas emociones surcaron por ellos como una lluvia de estrellas reflejada y, por primera vez, el alma de la mayor parecía querer presentarse.
—Eso creo —murmuró en un susurro.
Mordiendo su labio inferior al recordar la escena, la rubia suspiró.
Era cierto que Jihyo no le temía a nada; joder, Chaeyoung la había visto tomar serpientes con una mano sin inmutarse, pero esto... Esto era algo completamente diferente. Requería más valentía de la que alguna vez creyó que alguien podría tener, porque el tener entre tus brazos a esa persona que amas y creer que otra persona puede arrebatártela era un sentimiento horrible. La rubia misma lo había experimentado años atrás.
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Believe In Destiny
FanfictionPark Jihyo, una fría y calculadora cazarrecompensas y coleccionista profesional ya tiene su siguiente objetivo en la lista, y planea divertirse mucho con él. Minatozaki Sana, una chica educada, humilde y dulce, pero con demasiados problemas en la vi...