II La hija de la secretaria

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Todo estaba oscuro, pero algo maltrataba mis oídos.

Una canción...

No, no era eso, esa cosa que atormentaba mis oidos no se podía considerar música, una ruidosa y escandalosa canción de Rock inundaba mis oidos causando que me levantara de mal humor. No abrí los ojos solo me arranque los auriculares y pude estar en paz hasta que sentí una mano tocar mi hombro.

Levante la vista a ver quien era —Disculpe que le moleste señorita, pero ya hemos llegado—¿Cuánto tiempo dormí? ¡Dios! Mi corazón se acelero tanto que sentí que iba a vomitar.

Mis ojos se dirigieron a la azafata que se alejaba poco a poco, me levanté de mi asiento con mi bolso de mano y mi movil. guarde mis cosas en el bolso y me dirigí hacia donde habia ido la azafata.

El paisaje no era muy bonito, una pista y a lo lejos se veía el edificio, los guardaespaldas estaban abajo esperando a por mi, baje lentamente colocando mis lentes para el sol, mi viaje salió por la noche así que eran cerca de las seis de la mañana y el sol estaba casi en su punto.

Ya los dos hombres grandes y musculosos que se encontraban lejos de mi tenían mis cosas, así que solo me detuve a observarles, luego a seguirles mientras ellos  me daban instrucciones para instalarme.

—Señorita Black, su horario sera de lunes a viernes por la tarde, desde entonces puede salir de el instituto hasta el domingo por la noche, tiene un apartamento a su total disponibilidad para los fines de semana— explico rápidamente — Su padre dejo muy en claro que no puede asistir a fiestas fuera de reuniones en el instituto, que puede traer amigos a su apartamento las veces que desee, este cuenta con tres habitaciones y dos baños uno en su habitación y otro fuera en el mismo pasillo para sus invitados— agradecí a mi guardaespaldas por darme la información necesaria y luego seguimos caminando hasta la camioneta blanca que se encontraba en el estacionamiento del aeropuerto.

El chófer condujo durante una hora y media hasta llegar al internado por fin. Es sabado pero hoy quiero instalarme de una vez aqui la semana que viene, podré ir al apartamento. Los jardines de la mansión, fueron hechos para admirarse, son realmente hermosos con rosas rojas y blancas a sus alrededores, el coche se detuvo en frente de las grandes puertas.

Cuando me baje del coche una mujer joven de unos 27 años como mucho, de ojos verdes y tes clara, su cabello largo y liso cae hasta el bajo de su espalda en una alta coleta, su vestimenta formal se veía muy incómoda, tacones altos con medias oscuras y una falda hasta sus rodillas, su camisa era blanca y sus mangas hasta las muñecas. Era una especie de uniforme muy lindo.

—Buenos días señorita Black. Bienvenida al instituto Isabel  soy la señorita Luan Bryan  y sere su guía — estreche las manos con la señorita, la verdad es que inspiraba confianza y no me parecía desagradable. Tengo pequeños problemas con las personas nuevas a mi alrededor.

— Buenos días señorita Bryan—estreche su mano — Es un gusto conocerle— ella me sonrió y yo le respondí el gesto.

— Sígame le daré un tour por la mansión— indico con la mano mis guardaespaldas eran guiados por un chico que parecía de la misma edad de la señorita Luan, imagino que les guiaba a mi habitación — Esta mansión fue construida hace cien años y hace unos sesenta años fue convertido en un internado para la educación necesaria de los adolescentes de un estatus social mayor, aqui se han preparado, presidentes, senadores, empresarios importantes de todo el mundo al igual que sus hijos, por generaciones— esta mansión es increíble, tenia un aspecto hermoso con sus paredes de piedra blanca, su fachada conservaba su diseño antiguo, pero remodelado — Esta mansión perteneció al rey de Inglaterra esa época y a pasado de generación en generación— explicaba ella mientras nos dezplasamos por las grandes puertas de la gigantesca mansión.

Ęn Lôs Ôjôs dę lã Bęllâ  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora