XI Ross

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Luz...

Es la luz de un faro.

-¡Por favor!- lloriqueo un poco para que me suelte-No eh hecho nada malo ¿¡Por que me llevas!?-

CALLATE NIÑA!- Me grito el hombre que me tenia en su poder, escucho las olas del mar llegar a la orilla, el faro alumbra las penumbras del mar a esta hora de la noche, mientras caminamos por un sendero que nos lleva a la casa detrás del gran faro.

Intento safarme de los brazos de el hombre grande y robusto que me tiene, pero me sostiene aun más fuerte.

-¡Quédate quieta!- me grito y me deje arrastrar por el mientras lloraba, las lagrimas esparcidas por mis mejillas, mis ojos ardian al igual que el corte de en mi ceja debido a ellas, la sangre seca en mi vestido púrpura.

Llegamos al faro, el abrió la puerta y me empujo dentro, el frio que sentía se desvaneció al cerrar aquella puerta que me mantenía lejos de la libertad, el hombre me apunto con un arma mientras yo la veía borrosa y los sonidos que mi llanto producía se escuchaban por aquellas escaleras.

-¡Sube!- me chillo y yo lo hice -Te voy a hacer mucho daño niñita- dijo mientras subíamos y su arma que pegaba de mi cabeza bajo por mi espalda hasta mis muslos y se metió entre ellos - Aqui no esta papi, ni mami niñita - me susurro al oido...

Mis ojos pesan, los abro poco a poco, escucho la alarma de mi movil a través de los auriculares, me los coloque para no despertar a Darius cuando me despertara, me levanto, voy de camino al baño y abro la llave para lavar mi cara, mi reflejo en el espejo se nota cansado, los ojos hinchados y rojos, el pelo alborotado, me cepillo los dientes y me maquillo un poco, tengo puesto un pijama de color azul con figuritas de mar.

Con la linterna del movil busco una sudadera y un pantalón de mezclilla, coloco el movil en el piso y me cambio rápidamente.

Darius se voltea y su cabeza queda en mk dirección, lo veo acomodarse en la cama, siempre me ha divertido la manera de dormir de mi Hermano, sus manos estan bajo su cabeza, sus piernas estan recogidas, tiene la boca abierta, Darius es un caso. Llevaba puestos unos pantalones de mezclilla en color negro y una sudadera de color oscuro. Parezco sacada de una película de espías.

¡Es una suerte! Estas puertas no suenan.

Cojo las llaves de la habitación y salgo con cuidado. Camino por el pasillo rápidamente, no quiero que ningún vigilante me atrape.

Nos vemos en el árbol de cerezo esta noche.

El reloj de mi movil dice que son 11:50pm, acelero el paso y logró salir de los dormitorios de las chicas sin ningún problema y salgo fuera, todo esta claro, las luces artificiales no estan apagadas, rodeo el castillo hasta llegar a un frondoso árbol de cerezo, pero el arbol no es lo que me sorprende si no verlo a el.

-¿Como paso esto?- pregunte molesta, claro número oculto ¿Que le pasa a este idiota? - ¿Como se te ocurre venir aqui a buscarme? ¿Siquiera pensaste si yo quería verte?-

-Escúchame. ¡Te lo pido!- su rostro se contrae, lo noto alterado, triste y su mirada perdida.

-Cinco minutos- digo y el asiente relajando sus hombros.

-Tienes que alejarte de el, el no es bueno para ti, para nadie en realidad- explica y yo niego.

-Para yo hacer algo como eso necesito hechos, no palabras- respondí a aquel intento de difamación.

- Solo puedo advertirte, pero ya lo hizo una vez con Melanie, tu no serás la excepción-

No necesito escuchar más camino adentro y apagó el movil, pero al voltearme es más rápido que yo y atrapa mi brazo.

Ęn Lôs Ôjôs dę lã Bęllâ  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora