27. A paso lento pero constante

37 5 0
                                    

27. A paso lento pero constante

Lost - Maroon 5

—Me alegro de que hayas vuelto.

—Gracias, Tomi. ¿Cómo te ha ido con las evaluaciones?

—Bien. Es decir, Lulu es genial, pero no es lo mismo sin ti. —Me ofreció una sonrisa tímida y yo se la devolví.

—¡Gia! Que bueno volver a verte. —Zul se acercó a mí desde mis espaldas entre las personas que habían comenzado a rodearme y me dio un abrazo suave que no soltó hasta después de un momento—. Me alegro mucho de que estés mejor, te extrañé mucho. Quise ir a visitarte, pero dijeron que era mejor esperar un poco. Pero ahora te ves increíble, tan hermosa como siempre. Con respecto al colegio, no tienes nada de que preocuparte. Ya organicé todas tus tareas y los profesores ya están al tanto de la situación y van a aplazar las fechas de tus exámenes.

—Muchas gracias, Zul. No sé qué haría sin ti. En cuanto llegue a casa me pondré al día con todo y espero poder rendir cuanto antes.

—No te preocupes por eso, ya podrás organizarlo con los profesores.

El sonido de pisadas aceleradas y el chirrido de unas zapatillas contra el suelo captaron nuestra atención. Cuando busqué el origen de dichos ruidos, encontré a Jav girando al final del pasillo y corriendo a toda velocidad en mi dirección.

—¡Gia! —gritó con emoción apenas me divisó en medio del pasillo. Desde esa perspectiva, en serio lo lamentaba por los jugadores de otros equipos que tenían que enfrentarse a él durante un partido, porque ese tornado de cabello naranja, pecas y piernas largas, se movía con la velocidad y agresividad de un tigre. Era hasta cómico el punto de comparación.

Unos metros antes de impactar de lleno contra mí, se frenó en seco en su lugar mirando a mis espaldas. Seguí la dirección de sus ojos y solo encontré a Lawfare. Había estado a mi lado desde que salimos de su casa y me trajo en su coche. Me volví hacia el otro chico, y apenas volteé, me encontré con la cabeza enterrada en los rulos con olor a goma de mascar y sus brazos envolviéndome de forma protectora con todo el cuidado que su gran tamaño le permitía. Me levantó a unos centímetros del suelo y después de un momento, volvió a depositarme sobre mis pies y alejarse de mí, sin soltarme, para verme a la cara. Todo eso tratándome como si fuese una muñeca de porcelana.

>>¡Mi reina! ¡Mi ama! ¡Mi mujer! ¡No sabes cuanta falta me has hecho! ¿Sabes lo difícil que es encontrar a alguien tan caliente y firme como tú? ¡Es imposible! Nadie logra mantenernos a raya. Nadie es digno de ocupar tus zapatos. No vuelvas a desaparecer por tanto tiempo. —Solté una carcajada al tiempo que volvía a abrazarme—. Lamento si algunas cajas de bombones llegaron incompletas, pero no pude resistirme.

—Jav, enviaste suficientes bombones para alimentar a una tropa militar, ni siquiera llegué a terminarlos. Si quieres, puedes venir a dormir a casa y vemos alguna película mientras me ayudas a comer esos chocolates. ¿Qué te parece?

—¿Acaso morí y esta es mi invitación al paraíso? ¡Acepto! ¡Sí! ¡Yes! ¡Oui!

—Alto ahí, jinete. No des rienda suelta a esas ideas que yo sé que estás imaginando, olvídalo. No va a pasar, no va por ahí. —Lo detuvo su amigo castaño.

—¿Acaso no la oíste? Me invitó a dormir, a ver una película y a comer chocolates. Puede hacer de mí lo que desee, ya lo sabe.

—No te preocupes, también estaré ahí; alguien tiene que tener un ojo encima de ti, quién sabe con qué saldrás. —Una sonrisa traviesa se desplegó en los labios del colorado.

LawfareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora