Cap. 34 El Puente de Londres pasa al club de LA

6 0 0
                                    

Inglaterra, 26 de Junio 2013
Día nublado y temperatura bajo los 12 grados centigrados, era una rutina del invierno en la ciudad de Londres, Claro que para Rocky con su gorro y bufanda verde menta no era más que otro día en el que extrañaba el calor del verano. Después de casi congelarse durante la media hora en la cual espero el autobús que salía desde Wembley hacia Stanford, al fin empezaba a sentir las manos.


Londres no estaba mal, si no fuera por el frío invierno y por el hecho de que no conocía a muchas personas que no fueran unos completos idiotas. Esto por el simple hecho de que se había ganado unos golpes en su nuevo instituto a principios de año solo por hablar con una chica ¿Cómo iba a saber el que la chica tenía un novio celopata? En fin, se creó una reputación que realmente nunca quiso y ahora parecía que le tenían miedo en el instituto, gracias a que empezó a tomar clases de boxeo como actividad extracurricular. No era como si le interesara boxear pero si eso mantenía al margen a los idiotas del colegio pues que le dieran lecciones de boxeo 24/7.


El sonido de la calle lo saco de su trance y se dio cuenta que su parada era la siguiente. Las calles de Londres, usualmente congestionadas, siempre eran ruidosas. Era increíble que ya casi cumplía un año desde que su padre y sus hermanos habían llegado a ese nuevo continente.Rocky aún no estaba del todo convencido con el cambio, casi no veían a su papá, al menos Riker lo suplía en las tareas del hogar y Ross... bueno el no llevaba tan mal el colegio pero muy pocas veces se conseguían en el instituto así que Rocky estaba solo. 

El chico moreno se bajó y caminó unas cuantas calles hasta llegar finalmente a un pequeño café en dónde se consiguió a sus amigos. La primera persona en saludarlo fue Elena, de rasgos asiáticos y piel pálida, era pura felicidad cada vez que lo veía, luego Joel, un pelirrojo alto y pecoso con barba le sonrió tomando cerveza como usualmente hacía cada vez que se reunían. Eran sus únicos amigos hasta el momento en Londres y algunas personas que a veces ellos le presentaban pero Rocky no los consideraba especialmente cercanos, solo Elena y Joel eran realmente la excepción en aquella triste y fría ciudad.

-Rocky boo, que bueno que viniste-dijo Elena sonriendo mientras lo abrazaba. Usualmente ella era muy cariñosa y a pesar de que a Rocky no le gustaban los abrazos, siempre se lo permitía a Elena.


-Día pesado pero ya vine-dijo Rocky estirándose y viendo a Joel que le entregaba una tarjeta- ¿y esto?


-Bueno, nos dijiste que irías a Los Ángeles para navidad así que... tengo un contacto allá, podrías traer algunas cosas -mencionó Joel con interés hacia Rocky.


-No me pedirás que sea tu camello verdad?


-Jamás, solo pensé que te podría interesar-mencionó Joel restándole importancia-¿Quieren salir a fumar?


-Seguro-Mencionó Elena levantándose de su silla. Rocky realmente no tenía ganas de acompañarlos ya que apenas iba entrando en calor. Elena se dio cuenta y decidió quedarse adentro con Rocky mientras Joel salía un momento a fumar.


Rocky se estiró mientras Elena lo miraba con una sonrisa en su rostro- ¿pasa algo?


-Es que te voy a extrañar-dijo Elena poniendo un puchero casi infantil en ella. Su cabello negro y liso cayó frente a su cara cuando se cambió de asiento para estar a su lado-Si tienes tiempo antes de que te vayas podemos hacer algo.

SUN41Donde viven las historias. Descúbrelo ahora