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Cellbit no quería moverse de esa celda, solo quería.. nosé como decirlo. ¿Morir junto con su enamorado?.

Hasta que llegó Forever, y vió a Cellbit, acostado al lado de su marido, o mas bien.. al cuerpo de su marido..

—¡CELLBO!.. ¿¡QUE PASÓ!?.—

—El- n- roi- gua-..— Cellbit no podía formular palabras debido a la impresión del momento.. ahora debía procesar la muerte de su esposo.

—...E-.. está muerto?..—

Cellbit no respondió, Forever se acercó a Roier y agarró su muñeca con sus dos dedos en busca de pulso, pero no sintió nada.

—Cellbit.. ¿Estás bien?..—

Cellbit movió la cabeza de izquierda a derecha en señal de que no está bien, Forever lo miró con pena..

—¡Ya deja de abrazarlo!, ya no es él ahora.—

—No me importa.. alguna vez lo fué..— Dijo con la voz entrecortada por su llanto.

—¡Alguna vez!, ¡Pero ahora no!.—

—¿Que voy a hacer?...— Casi no se le escuchaba debido al bajo volumen de su voz.

—¡Vamos Cellbo!, ¡Richarlyson te necesita!.—

Forever extendió su mano para ayudar a Cellbit a levantarse, pero este se negó.

—Planeas quedarte aquí toda tu vida?..—

—Si eso implica no separarme núnca de él.. si.—

Forever dió un suspiro, y se quedó ahí un rato para acompañar a Cellbit.

Elecciones... (Guapoduo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora