Capítulo tres

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–Y entonces...bueno, me besó–susurró.

Se encontraban sentados en el parque. Ya habían pasado dos semanas de lo sucedido con Seo, pero Yang recién ahora se atrevió a hablar; pues tenía mucho miedo de lo que su amigo pudiera pensar y sobre todo, si le decía que realmente le gustó.

—¿Qué?

—¡Que me besó, Felix!

—¿Qué?

—¡Me besó!

—Entendí la primera vez, Innie, pero, ¿qué?—Rió—¿Cómo pasó eso, bebé?

—¡No lo sé!

El pecoso miró a Yang de forma pícara.

—Seguro. Innie, le gustas—Yang cambió su cara a una mueca de horror fingido, a lo que Felix volvió a reír—O tal vez quiera jugar contigo.

—¿Qué hago, Lix?—Habló cabizbajo—Él es hermoso, pero es muy cruel y además, es imposible que le interese alguien como yo.

—Sí, pero piénsalo, pueden iniciar una bonita relación, ¿no crees?

—¡Claro que no!

El menor se levantó de un salto y cruzó sus brazos formando una pequeña rabieta.

—¡No lo entiendes! Él...él no—Suspiró.

Esto lo estaba cansando, Seo era raro; no era claro con sus cosas y sólo lo hacía dudar.
Un día lo trataba como el ser más repugnante que habitaba en la tierra y al siguiente intercambiaban miradas llenas de cariño y lujuria, como si fueran una pareja.

—Innie, Innie, ¡mira allá!—El pecoso lo sacó de sus pensamientos. Él apuntaba hacía un grupo de chicos; cuatro en total, siendo reconocidos como Hwang Hyunjin, Cristopher Bang, Lee Minho y su mayor confusión, Seo Changbin.

—¡Mierda!, ¡Lix, escóndeme!—Gritó mientras intentaba esconderse tras su amigo, pero este no se lo permitió.

Y no es por ser rencoroso, pero en verdad no lo quería volver a ver después de lo que pasó, la vergüenza y miedo lo inundaban.
En la escuela aguantaba sus ganas de correr y, o besarlo, o patearlo.

Estaba tan concentrado en tratar de desaparecer de la faz de la Tierra que no notó la presencia de su mayor justo detrás.

—Jeongin.

El mencionado soltó un chillido y Felix se apartó de él.

—¡Changbin!

—Hola. Yang, mira, seré breve. La verdad es que me llamas mucho la atención; no eres un chico ordinario. Y Dios, sé que no nos conocimos de la mejor manera, pero—Suspiró—En serio quiero conocerte y además pedirte perdón por lo de...ya sabes. Sé que no es la mejor manera pero...—Miró hacía sus ojos —Quiero conocerte, Jeongin.

Yang se quedó atónito.

Changbin, después de todo, estaba disculpándose con él, eso era increíble y como era de esperar, no sabía que hacer.

—Yo...—Lo pensó un momento—Claro, seamos amigos, Seo—Dijo con una cálida sonrisa.

No fue muy visible, para nada, pero un leve sonrojo invadió el rostro de Changbin, haciéndolo bajar la mirada y únicamente asentir.

—Gracias, Innie—Dijo en un susurro casi inaudible.

Por otra parte, Felix hablaba animadamente con el grupo de chicos, resultaron ser muy amables, en especial Bang, a quien sintió como un hermano mayor. Con Minho reía sin parar, pues este era experto en el sarcasmo y burlarse de sus amigos de manera divertida para todos, incluyéndolo.
Y Hyunjin, con él simplemente compartía miradas y sonrisas tímidas.

—¡Lix!—Gritó el menor, llamando su atención.

—¡Innie, voy enseguida!—

Felix se despidió de los chicos con una pequeña reverencia y fue a donde Yang compartía con Seo.

Yang y Seo se despidieron con una simple señas de manos.

Los chicos se alejaron rápidamente del lugar y Jeongin sólo lograba pensar en algo.

"¿Qué fue todo eso?"

Un sonrojo inundó su rostro al recordar las palabras de Seo. Felix lo notó y simplemente rió.

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