•Capitulo 2•

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Astrid Dachs.

Necesitaba despejar la mente.

Y para eso conozco al indicado.

Tome mi móvil y le escribí a lucas.

Lucas.

Yo:[Voy a tu casa.]✓✓

[Te estaba esperando.]

Yo:[Ya voy saliendo.]✓✓

[Está bien.]

Lucas es el único chico con que me he enrollado más de una vez, pero es porque él sabe que no soy fanática de las relaciones y tenemos la regla de no mezclar sentimientos.

Lo cual por mi parte está bien, nunca los he sentido.

Nisiquiera con jaxon.

Mi último exnovio.

El gilipollas de mierda ese.

El típico chico que se ve bueno y cuando menos lo esperas te engaña a tus espaldas.

Si, el muy desgraciado lo hizo con una de mis primas.

Alejé todos los recuerdos de mi mente.

No debo pensar en eso, por eso mismo necesitaba ver a lucas, me ayudara a perder el estrés que llevo encima y olvidarme de todo.

Me coloque unos jeans negros, un yersey rojo y mis converse.

Tome mi bolso, mi móvil, metí otras cuantas cosas y salí.

No había nadie en casa, como siempre.

Papá está siempre en la empresa y mamá siempre lo acompaña.

Me sorprendería más, encontrar gente en casa.

Salí por la puerta del jardín, caminaría por la parte de la casa de los vecinos. La casa siempre estaba vacía, así no me cruzaría con nadie.

cuando de pronto siento un golpe justo en la cara.

—¡Joder!—Chille, me encontraba  sentada de culo en el suelo con una mano en la frente, donde justamente acabo de ser golpeada con una caja.

—¿Estás bien?—la voz de un chico me hace levantar la mirada, allí estaba aquel chico, extendía una mano hacia mí para ayudarme a levantarme—Déjame ayudarte.

¿Un chico bueno? Como si no los conociera.

De un puñetazo le rechace su mano.

Se que es grosero, pero el me acaba de golpear con una caja en la cara.

—¿Acaso no ves por donde caminas?—le reproche levantándome y mirándolo con desprecio.

¿Quién es este chico? ¿Y porqué no me parece conocido?

Seguramente es nuevo.

Tiene los ojos verdes, son lindos pero estoy demasiado cabreada para prestarle mucha atención a su físico.

El chico se metió las manos en los bolsillos de sus jeans y luego me dedico una sonrisa algo nerviosa.

—Discúlpame, no te vi—respondió apenado.

Estaba apunto de responder cuando de pronto sonó mi iPhone.

Capullo, salvado por la campana.

Me relajé un poco, para sonar lo más calmada posible, ya que me estaba llamando lucas, seguramente me estaba esperando y como estoy tardando un poco en llegar, llama.

Mi Vecina Me OdiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora