Mi Vecina Me Odia

•Capitulo 15•

Un amigo incondicional.

Kayden Bruns.

—¿Quién eres tu?—responde el chico que por alguna razón no soltaba a astrid.

Iba a hacerme el que no vio nada, pero al verla en ese estado, no podía quedarme ahí sin hacer nada.

Si, quizás ella sea confusa y no la entienda. Pero por más que eso sea, ella me gusta.

—Ese no es tu problema—respondo haciendo qué suelte la mano de astrid.

Ella se apresura a colocarse detrás de mi.

—¿Estás bien?—pregunto tomando su mano, ella sólo me mira y asiente.

Se que no está bien, pero no lo admitiría.

Y seguramente no delante de éste chico.

¿Quién es éste chico?

—¡Te pregunte quién eres!—grita aquel chico, él cuál ya me estaba cansando.

—Mejor dime, ¿quién eres tú?—respondo con cierto fastidio, no lo conocía y ya me caía malísimo.

Puede que también te caiga mal porque estaba agrediendo a astrid.

Buen punto.

—Soy jaxon—Responde con cierto aire de superioridad.

¿Él creé que con su nombre ya se quién es?.

Espera.

Jaxon...

Él ex novio de astrid.

—Claro, debí suponer que ser todo un idiota. Pues no era solo casualidad.

—¡Qué carajos!, ¡¿Y quién eres tú para hablarme así!.

—Soy el novio de astrid—suelto sin pensar.

Jaxon solo se habia quedado en silencio, su mirada fija sobre astrid.

—¿Eso es verdad astrid?—dice sin quitar su vista de ella.

Ella sigue con su mirada fija al suelo, no entiendo que le pasaba.

Es como si le tuviera miedo, o tal vez solo sigue en shock después de verlo. Aún así, ella no debería estar así.

Ella no es así.

Está no es mi astrid...

Vamos vecinita, di algo.

¡LO QUE SEA! ¡NECESITO A LA ASTRID ODIOSA Y VALIENTE!.

En dónde estás...

—Supongo que no—suelta jaxon en un tono burlón.

Lo odio.

¡Porque este desgraciado tiene ese poder sobre ella!.

—Vamos astrid, no veo la necesidad de seguir hablando con personas tan estúpidas e inferiores—tomo a astrid de la mano y la llevo conmigo.

Lejos de ese idiota.

Gracias al cielo, no nos siguió ni nada.

No conocía para nada está playa, era mi primera vez viniendo de hecho.
Pero como pude logré llevarla lejos de todo el mundo.

Estábamos en un lado de la playa solos.

Nos detuvimos en un muelle que estaba súper alejado, la miro de reojo y puedo notar que tiene la vista perdida en el mar.