🌹 •Capítulo 9• ⏳️

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~ Camilo ~

Iñaki me estaba llevando hacia un lugar, no sabia que estaba planeado, él solamente me dijo que me gustaría el lugar, así que solamente lo seguí.
Despues de un tiempo llegamos hasta una tienda la cual tenia una ventana con cortinas rojas de fondo, en la ventana habían varios libros, una máquina de coser antigua, una silla reclinable de madera y varias flores en jarrones.

- ¿Dónde estamos? - pregunté por curiosidad.

- Mira arriba - señaló un cartel de madera que había arriba en la tienda.

Al mirar arriba el cartel decía "Antigüedades", así que la curiosidad me atrapó y los recuerdos de mi infancia vinieron.
De pequeño siempre me han gustado las antigüedades, ya que mis abuelos me contaban varias historias y leyendas de artefactos mágicos y ficticios.
Entonces la emoción del momento me inundó por completo y una sonrisa se formo en mi rostro.

- Vaya, se nota que te gustan este tipo de lugares.

- ¿Eh? - me sorprendi por sus palabras.

- Es que en tu cara se nota una gran sonrisa.

- Jeje, es que desde pequeño me gustan mucho los artefactos antiguos.

- Se nota, jeje - río levemente -. Entonces será mejor que entremos de una vez.

Al entrar a la tienda note que era más grande de lo que se veía por fuera, habían varias vitrinas y repisas de vidrio y metal, en ellas habían varios libros, faroles, lámparas, relojes de pared y de arena, vajillas de plata y oro, jarrones con flores, entre otras cosas antiguas.

Mientras mirábamos lo que había en la tienda, no nos habíamos percatado de que la vendedora había entrado al lugar, así que nos asustamos al escuchar sus voz sin aviso.

- ¿Les llamo algo la atención, chicos?.

- ¡Ah! - sacamos ambos un grito.

- Vaya Iñaki, cuanto tiempo sin verte en mi tienda.

- Jeje sí - mira a la vendedora y luego a mi -. Por cierto, te presento a Camilo, es de la ciudad y ahijado de mi padre.

- Hola, mucho gusto.

- Mucho gusto, soy Sara. Que alegría que decidieras venir a la selva.

- Muchas gracias.

La vendedora tenía una agradable personalidad, ella e Iñaki estuvieron platicando de varias cosas, mientras que yo me quedé callado, aunque no negare que ellos trataban de incluirme en la conversación, aunque no entendí del todo sobre las conversaciones que tenían.

- Por cierto, me acaban de entregar algo que de seguro les fascinará, déjenme se los traigo.

- De acuerdo.

- Ok, en un rato regreso - se va de la habitación.

- ¿Qué será lo que nos enseñara? - mire a Iñaki con curiosidad.

- No lo se, pero estoy muy intrigado y emocionado.

- Jeje, oye después de esto, ¿Qué haremos?.

- Pues, debemos regresar con mi abuela y ayudarle a preparar el almuerzo - me mira con cara desafiante -. Sabes cocinar, ¿no?.

- Eh ... Claro que sí, soy el mejor cocinero de la vida.

- Ok, entonces nos ayudaras a cocinar, de seguro te quedará deliciosa la comida.

- Sí - dije con una sonrisa -. (Si tan solo supieras que apenas y cocino en mi casa. ¡Agh!, ahora en que lío me metí).

Nos quedamos mirando mutuamente el uno al otro en silencio, sus ojos se miraban muy brillantes especialmente su ojo derecho, en el cual tenia esa peculiar línea de color aqua, no se por cuantos segundos nos estuvimos viendo, pero nos sorprendió otra vez la vendedora.

De Distintos Lugares De VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora