CAPÍTULO 18

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Finalmente, la semana que tanto desee que no llegara... llegó. Cuando le conté a Alex todo lo que paso en la carrera, se moría de la envidia al enterarse qué saldría con Asher. Aún, seguía sin comprender que era lo que le veían a Asher. Admito que si estaba bueno, pero gracias a lo que hizo en la carrera, pude darme cuenta que definitivamente, era un asco como persona. Al menos para mi, vale más lo que es una persona por dentro, que lo que es físicamente; y eso, tuve que aprenderlo a la mala. Alex, me confesó que tenia planeado ir a esa carrera, puesto que ya, había ido anteriormente, y la había estado esperando desde hace mucho. Sin embargo, decidió no ir debido a que Millie, no se sentía nada bien para acompañarlo.

Obviamente, le conté que Martin se la paso solo la mayor parte de la noche, algo que definitivamente, enloqueció a Alex de impotencia. Por mucho que lo negara, sabía que Alex estaba perdidamente enamorado de él. Al parecer, aquel día que fue a la fiesta con Millie, no todo salió tan mal como yo creí. Pues el día de la carrera, Martin me contó que Alex comenzó a hacerle platica en aquella fiesta, algo que definitivamente lo dejo cautivado por su gran sentido del humor. Sin embargo, aun no podía decírselo a Alex, pues Martin me dijo, que estaba pensando en invitarlo a salir. Por ello, he decido dejar que todo fluya a su debido tiempo, ya que no me gustaría hacerle falsas ilusiones a Alex y que al final, nada resulte ser como el espera.

La pelea con Kate, fue una noticia que resonaba por todos los pasillos. Incluso, varias personas habían tomado fotos y videos sobre lo sucedido. Durante toda esta semana, Kate había faltado al instituto, pues decían que los moretones aún no habían abandonado su rostro. A decir verdad, tenía cierta curiosidad sobre como había quedado Kate después de la pelea, por lo que decidí ver aquellas fotos. Por lo que vi, no parecía que la había dejado muy bien a Kate, provocando que se fuera después de que terminara la carrera. Sin duda alguna, Millie y Alex, fueron los primeros del instituto en felicitarme por darle su merecido. Por supuesto, habían personas que estaban felices con la pelea y otras, que definitivamente no estaban para nada contentas conmigo. Louis, por su parte, parecía que todo esto de Kate le deba exactamente igual, ya que no se le veía ningún interés hacia ella.

Louis y yo, aún seguíamos distanciados. Sabía, que hoy más que nunca, estaba furioso conmigo por haberme visto entrar al auto de Asher. Sin embargo, no podía negarme a no ir, pues tenía que dejar de causarle tantos problemas. Dicho esto, que saliera con Asher o no, definitivamente no iba a cambiar para nada, nuestro distanciamiento. Ahora estaba aquí, cumpliendo la apuesta de la que siempre me arrepentiré una y otra vez. Asher, había decidido que fuéramos a comer a su pizzeria favorita a la cual, jamás había ido. Debo de admitir, que la pizza de aquí era exquisita y sobre todo, estaba a muy buen precio. Si no fuera por eso, probablemente ya me habría hartado e ido de aquí. Asher, tenía muy buen gusto para las pizzas.

- ¿Te gustan los palitos de ajo? -preguntó Asher, acercándome la bandeja.

Asentí, tomando algunos palitos de ajo. ¡Dios! Apenas llevamos unos veinte minutos aquí, y ya quería que todo esto se acabara. Literalmente, no teníamos ningún tema de conversación, lo que hacia que esta escena fuera demasiado incómoda.

- No te estas divirtiendo, ¿verdad? -volvió a preguntar Asher, tratando de romper el silencio.

- Qué quieres que te diga -respondí encogiéndome de hombros, sin dirigirle la mirada.

Todo esto, estaba siendo bastante aburrido y agotador.

- Mira, entiendo que no estés a gusto con todo esto, porque tal vez, pensaras que te obligue -levante la mirada, mientras él sonreía avergonzado -Pero mínimo podríamos divertimos y hacer menos denso el ambiente, ¿no crees? -propuso, tratando de convencerme.

Técnicamente, Asher si me había obligado a salir con él, mediante la apuesta. Sin embargo, se que como persona, no se merece el trato que le doy. Básicamente, la situación se estaba volviendo más incomoda por mi culpa, ya que mis respuestas eran demasiado cortantes. Para ser honestas, me costaba sostener algún tipo de conversación con él, pues seguía enojada por trampa que hizo en la carrera. Además, cada vez que habría la boca, no hacia mas que hablar de si mismo.

Sparks © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora