Capitulo 4

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Cuando Luka llegó al hotel después de la carrera tomamos nuestras maletas y nos fuimos para el aeropuerto, habíamos llegado justo para tomar el vuelo entonces nos dirigimos al embarque.
Luka tenía su propio avión, no era ni grande ni lujoso ni con servicio privado, a Luka no le gustaba esas cosas, pero el piloto si era privado, era su primo Dante.
Saludamos a Dante, nos sentamos en los asientos del avión y nos abrochamos los cinturones.

- ¿Estas preparada? - me pregunta.

- No sé cómo sentirme si no sé a dónde vamos- Antes de irme a Madrid a verlo en la carrera, Luka me había dicho que guarde más ropa en la maleta porque después de la carrera nos íbamos de viaje a una playa, pero nunca me dijo a donde.

- Ibiza- me dice tranquilo y se ríe, estaba segura que se reía de la cara de asombro que yo había puesto.

- Estás loco-

- Puede ser- se acomoda en su asiento- A demás también van mis papás y mi hermana. Ellos insistieron en que vayas, aunque era obvio que ibas a venir ¿O pensabas quedarte tres días e Madrid e irte a la ciudad de nuevo? - lo abrazo por su brazo y apoyo mi cabeza en este, pero rápidamente me incorporo, el avión estaba a punto de despegar.

Una hora y quince minutos más tarde ya estábamos en Ibiza, el calor se notaba más que en Madrid. Ya habíamos bajado del avión y los padres de Luka nos venían a buscar.
Estábamos buscándolos hasta que gritan el nombre de Luka y vemos a Víctor y Lola, los padres de Luka. Nos acercamos a ellos y los saludados a los dos con un abrazo.

- Mírate lo hermosa que estas- me dice Lola tomándome de mi cara- Cuanto has crecido- la emoción estaba llegando a mi cuerpo. Lola y Víctor eran unos tíos para mí, son las mejores personas que pude haber conocido.

- ¿Y Ámbar? - pregunta Luka.

- Se quedó durmiendo en el hotel, anoche salió- le responde Víctor.
Nos dirigimos hacia el auto y Víctor me ayuda con mi maleta, le agradezco, subo al auto y nos vamos del aeropuerto. Estuvimos todo el viaje hablando, de ellos y su nueva vida en España ya que cuando Luka se fue toda su familia se fue con el, hablamos de mí y mi familia y como estábamos. Ese viaje hasta el hotel fue de risas y recuerdos de cuando con Luka éramos chicos y nuestra vida antes de que se fueran.
Ya en el hotel nos fuimos a nuestras habitaciones, era tarde y estaba anocheciendo así que me tenía que preparar para irme a cenar.
Me bañe y me elegí la ropa que me iba a poner, ya era de noche había bajado la temperatura pero seguía haciendo calor, íbamos a comer en el hotel, nada especial, me puse un vestido suelto y abajo tenía la malla puesta, pensaba ir a la pileta del hotel después de cenar.

Salí de mi habitación y me fui a la de Luka quien también ya estaba listo para la cena, nos dirigimos hacia el restaurante del hotel y ya se encontraban los padres de Luka y Ámbar, su hermana. La saludé con un fuerte abrazo, hacía tiempo no la veía y me senté al lado de ella. La cena fue tranquila, entre anécdotas se asomaba uno que otro chiste y no faltaba las noches de fiesta de Ámbar, ella y yo éramos muy diferentes, ya con que a ella le encanta salir a la noche yo prefiero quedarme en casa, eso ya dice mucho de ambas, pero le tengo mucho cariño. Después de las pastas que nos habían servido y la copa helada de postre Ámbar se había ido a cambiar porque salía, Víctor y Lola estaban cansados así que se iban a su habitación y Luka también.

- Si Almi, estoy cansado- estábamos en el ascensor y le había preguntado a Luka si quería venir conmigo- Disfrútala vos, mañana tenemos todo el día para ir a la playa- habíamos llegado al piso de nuestras habitaciones, pero yo tenía que seguir hasta el último- Que descanses- se despide y sale del ascensor.

Pasando los cinco pisos que quedaban para llegar a la pileta salí del ascensor y pase la puerta de vidrio que había para llegar a la pileta.
Era un lugar gigante que todo el piso ocupaba la pileta con un ventanal gigante que te dejaba ver la ciudad desde el borde de la pileta, no había traído toalla, pero había una por cada silla que había alrededor de la pileta, elegí una y me saque las sandalias y el vestido y me tire a la pileta. La pileta estaba climatizada, mi cuerpo no tardó en adaptarse a la temperatura de la pileta y sentí como mis músculos se relajaban, me acerco al borde de la pileta y me quedo mirando por el ventanal.

Parada De Besos (sportslover #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora