Five Nights At Freddy's: La Historia Completa.

Capítulo 6: El remanente.

"A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en el mismo ataúd." 

- Alphonse de Lamartine.

La angustia se apoderaba de mí mientras buscaba desesperadamente a mi hija Elizabeth. Temía lo peor, pero no podía rendirme sin antes agotar todas las posibilidades. Recorrí cada rincón del lugar, inspeccionando en cada animatrónico en busca de alguna señal de mi amada hija. Sin embargo, solo encontré a otros niños capturados, algo que, en un principio, fue mi deseo, pero no hallé a Elizabeth.

Entonces, un destello de recuerdo se apoderó de mi mente. Elizabeth siempre había anhelado encontrarse con Baby, la encantadora animatrónica que creé con tanto esmero. Siguiendo esa pista, me dirigí hacia su sector, con la esperanza de que mi hija estuviera allí.

Mis pasos resonaban en el silencio del lugar mientras me aproximaba a Baby. El corazón latía con fuerza en mi pecho, temiendo lo que pudiera encontrar. Con dedos temblorosos, abrí el imponente animatrónico, pero ya era demasiado tarde. Mi hija había partido de este mundo, allí estaba, ante mis ojos, mi pequeña Elizabeth capturada por el mecanismo de aprehensión de la animatrónica. La devastación me invadió, sintiendo cómo mi corazón se desgarraba en mil pedazos. En ese momento, comprendí el terrible peso de mis acciones pasadas. El asesinato de inocentes ya no era un placer para mí, sino una carga insoportable. Activé un falso sistema de alarmas que alertaba al público sobre un supuesto escape de gas en el lugar; la multitud comenzó a evacuar, mientras yo permanecía solo, enfrente del cuerpo de Baby.

El accidente y la tragedia que se desencadenaron en ese día fatídico también arrasaron con la reputación del restaurante, provocando la pérdida de confianza de los inversores en Afton Robotics. La compañía que tanto había construido se derrumbaba a mi alrededor. En medio de ese caos, decidí ocultar a los animatrónicos Funtime en un sótano secreto de mi casa, un lugar al que solo se podía acceder mediante un código encriptado. 

Mientras examinaba a Baby después de la muerte de Elizabeth, me sumergí en un detallado análisis. Cada acción que realizaba era meticulosamente descrita, casi como si estuviera llevando a cabo un experimento científico. Me percaté de un cambio significativo en su apariencia. Sus ojos, que antes eran azules, habían cambiado a un tono verde similar al de mi hija Elizabeth. Me llené de inquietud al darme cuenta de este hecho, ya que no había notado el cambio antes debido a mi desesperación y falta de atención. Mi corazón comenzó a latir rápidamente ante esta revelación.

Este descubrimiento despertó aún más mi curiosidad y ansias de comprender lo que estaba sucediendo. No era normal que los ojos de un animatrónico cambiaran de color de manera espontánea. Algo debía estar afectando su inteligencia artificial y programación.

Decidido a investigar más a fondo, continué escudriñando a Baby en busca de pistas. Mientras examinaba su sistema, me di cuenta de que algo inusual estaba sucediendo en su programación. Fue entonces cuando lo descubrí: los recuerdos de mi hija Elizabeth estaban presentes en la memoria de Baby. Era como si sus esencias se hubieran fusionado, y el alma de Elizabeth ahora habitaba en este animatrónico.

La magnitud de este descubrimiento me dejó atónito. No podía creer lo que mis ojos veían. Si existía alguna manera de tener a mi hija de vuelta, tenía que encontrarla. Debía hallar la forma de separar su memoria de la inteligencia artificial de Baby y traerla de regreso a la vida.

Impulsado por la esperanza y la desesperación, me adentré en experimentos cada vez más arriesgados en mi afán por revivir a Elizabeth. En un intento por desentrañar el misterio de esta fusión entre mi hija y el animatrónico, decidí someter a Baby a temperaturas extremadamente altas. Buscaba cualquier reacción o indicio de que esta combinación pudiera revertirse.