Capítulo 12: Baila conmigo.

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"La muerte sólo será triste para los que no han pensado en ella."

- François Fénelon.

Soy Charlie, una niña de cinco años llena de curiosidad y alegría. Me encanta jugar con mis muñecas, dibujar en mis colores brillantes y explorar el mundo que me rodea.

Recuerdo cuando papá me llevó al parque una tarde soleada. Corrí por los columpios y me balanceé tan alto que sentí que tocaba el cielo. Reí a carcajadas mientras papá empujaba el columpio, sintiéndome libre y feliz.

También disfruto pasar tiempo con mi mejor amigo, Freddy, mi osito de peluche basado en el animatrónico. Juntos, hemos vivido innumerables aventuras imaginarias en mi habitación, donde viajamos a tierras lejanas y nos enfrentamos a dragones malvados. Freddy siempre está a mi lado, brindándome consuelo y amistad cuando más lo necesito.

Otra de mis actividades favoritas es leer cuentos antes de dormir. Papá siempre encuentra el tiempo para sentarse a mi lado y contarme historias mágicas de princesas valientes y caballeros audaces. Me dejo llevar por la imaginación y los sueños mientras escucho atentamente sus palabras.

También me encanta la música. Papá me enseñó a tocar el piano, y aunque aún soy principiante, me divierte presionar las teclas y crear melodías simples. A veces, papá y yo cantamos juntos, llenando nuestra casa con risas y canciones.

Esperaba que hubiera todas esas cosas en mi fiesta de cumpleaños cuando desperté, temprano, el día de mi cumpleaños. Me levanté de la cama con una energía desbordante, incapaz de contener mi emoción. Mis ojos se abrieron de par en par y mi corazón latía rápidamente, anticipando todo lo que estaba por venir.

Miré el reloj en mi mesita de noche y noté que aún faltaba mucho para la fiesta. La impaciencia me invadió, pero sabía que debía esperar pacientemente. Decidí aprovechar al máximo el tiempo y prepararme para el día especial que me esperaba.

Me dirigí al baño y me lavé la cara con agua fresca, tratando de despertar completamente. Me cepillé los dientes y me enjuagué la boca con el agua mentolada que me gustaba tanto. Quería asegurarme de que mi sonrisa brillara más que nunca en mi cumpleaños.

Regresé a mi habitación y abrí mi armario. Miré todos mis vestidos. Quería lucir especial en mi cumpleaños, pero también quería sentirme cómoda para disfrutar de la fiesta. Finalmente, elegí un vestido rosa con pequeñas flores y un lazo en la cintura. Me pareció perfecto, delicado y festivo a la vez.

Me desvestí y me puse el vestido cuidadosamente. Sentí cómo su suave tela rozaba mi piel y me hizo sonreír. Me miré en el espejo y vi una versión radiante de mí misma. Estaba lista para brillar en mi día especial.

Después de vestirme, decidí desayunar algo ligero para tener energía durante el día. Preparé un tazón de cereal con leche y lo disfruté lentamente, saboreando cada bocado. Pensé en todos los juegos y actividades que tendríamos en la fiesta. Imaginé las risas, los abrazos y las sonrisas que llenarían el lugar. No podía esperar para compartir esos momentos con mis amigos y seres queridos.

Luego, revisé la lista de tareas que mis padres habían dejado en la mesa de la cocina. Había muchas cosas por hacer antes de la fiesta. Debían decorar el restaurante, preparar la comida y asegurarse de que todo estuviera perfecto para recibir a los invitados. Aunque me hubiera encantado ayudar con cada detalle, sabía que mis padres querían que disfrutara mi día y se encargarían de todo. Confíe en ellos y me alegré de que se preocuparan tanto por hacer de mi cumpleaños algo especial.

Mientras esperaba, decidí pasar el tiempo haciendo algunas actividades que me encantaban. Saqué mi caja de colores y papel y me senté en mi escritorio. Dibujé corazones, flores y sonrisas en hojas blancas, imaginando la felicidad que llenaría el aire durante la fiesta. 

Five Nights At Freddy's: La Historia Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora