"La indignación moral es, en la mayoría de los casos, un dos por ciento de moral, un cuarenta y ocho por ciento, indignación, y un cincuenta por ciento, envidia".
- Vittorio de Sica.
Henry siempre fue mejor que yo en todo lo que hacía. No puedo tolerar que un joven de veintisiete años sea mejor que yo en algo, en cualquier cosa.
Manejaba a toda velocidad por las lluviosas calles de la ciudad, con el corazón lleno de amargura y tristeza. La noticia de la posible venta de Fredbear's me había golpeado como un puñetazo en el estómago. ¿Cómo podía Henry siquiera considerar deshacerse de algo tan importante para mí?
Las luces de los faros de los autos se desvanecían en la oscuridad mientras mis pensamientos se volvían cada vez más oscuros. Sentía que la injusticia me envolvía, y la ira burbujeaba en mi interior. El volante temblaba bajo mis manos mientras mis pensamientos se volvían cada vez más impulsivos y destructivos.
El alcohol en mi sistema amplificaba mis emociones y me impulsaba a actuar sin pensar. No podía permitir que Henry continuara con su vida como si nada hubiera pasado. Necesitaba hacerle pagar por su traición y su éxito mientras yo me hundía en la oscuridad.
Al llegar al restaurante, mi mente estaba nublada por el resentimiento y el deseo de venganza. Sin pensarlo dos veces, mi plan retorcido se formó en mi cabeza. La idea de castigar a Henry y hacerle sentir el dolor que yo estaba sintiendo se apoderó de mí.
No había nadie a mi alrededor cuando me acerqué sigilosamente a la pequeña niña, a Charlie. La lluvia caía sobre nosotros, pero mis ojos solo veían la oscuridad y la ira. Sin un atisbo de remordimiento, hice lo impensable. La estrangulé, arrebatándole la vida en un acto de venganza cegada por la ira.
El cadáver de Charlie yacía en el suelo, pero mi mente estaba tan nublada por la violencia que no pensé en las consecuencias de mis acciones. Decidí esconder su cuerpo en la parte trasera del restaurante, pensando que nadie lo descubriría.
Sin embargo, al regresar a mi auto, mi mirada se encontró con las cámaras de seguridad del estacionamiento. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal mientras me daba cuenta de que mi crimen había sido capturado por esos ojos electrónicos.
El pánico se apoderó de mí y escapé del lugar a toda velocidad, tratando de huir de lo que había hecho. Miré por el espejo retrovisor y vi a una marioneta en el callejón, junto al cuerpo de Charlie bajo la lluvia. Pero no tenía tiempo para eso. Tenía que escapar.
Después de un tiempo, llegué al bar de JR'S, donde había dejado algunas cosas, pero para mi desgracia, estaba cerrado. El encargado, que me conocía bien, se negó a dejarme entrar y trató de disuadirme de hacer algo estúpido.
—Vamos, sabes que no puedes estar aquí. No hagas esto más difícil de lo que ya es —dijo el encargado.
Después de ese fracaso, me dirigí a la tumba de mi difunta esposa. Me encontraba en un estado de furia y desesperación, y mi mente enferma me llevó a insultarla. No había límites para mi odio y amargura en ese momento.
—¡Maldita seas! ¿¡Sabes lo que has hecho?! Me has abandonado, dejándome solo en este mundo cruel. ¿Cómo pudiste dejarme así? No merecías mi amor. Me traicionaste y te llevaste todo contigo. ¿Qué clase de esposa eras? Una inútil, una carga que arrastré durante años. Te odio. Odio todo lo que representas. Me has quitado todo lo que amaba, y ahora estoy solo. Ojalá estuvieras aquí para ver cómo me he convertido. Te mostraría el monstruo en el que me he convertido, gracias a ti. No mereces mi respeto ni mi amor. Eres un recuerdo amargo de lo que una vez fue mi vida.
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Five Nights At Freddy's: La Historia Completa.
Mystery / Thriller¿Puedes sobrevivir cinco noches? En esta historia, encontrarás una recopilación fascinante y emocionante de todas las teorías creadas por los apasionados fanáticos de Five Nights at Freddy's, mientras se entrelazan para formar una historia sólida y...