Fraternizando

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—Quisiera tener una conversación si fuera posible, antes de iniciar cualquier tipo de conflicto —dijo Eithan de manera sumisa

<< Tal vez Hermes pueda ser mi salida de este infierno >> pensaba Eithan.
—con tu dios observandote en cada momento sería imposible —Respondió Hermes al notar la diferencia en Eithan en comparación al resto que llegaba directamente a asesinarlo.

<< Así que si me mantiene vigilado, tal y como pensaba >> dijo para si mismo frustrado.

—No te preocupes, te mostraré la diferencia entre mi dios y el tuyo —dijo Hermes orgulloso.

—¡Ese bastardo no es mi dios! —Respondió Eithan se notaba el odio en sus ojos y el desprecio hacia Astar.

—Acompañame un momento —dijo en voz baja Hermes

Eithan lo siguió hasta llegar a un edificio antiguo,parecía tener unos mil años en pie, lo que era sorprendente. Al entrar, quedó maravillado al apreciar aquellos increíbles vitrales, muy hermosos a simple vista pero al detallarlo, podías notar la historia que contaba cada uno.

Hacían referencia a una guerra entre 5 dioses. pero Eithan no podía comprenderlo del todo. << Pensé que solo existían tres dioses>> pensó en aquel momento.

—¿Te gustan los vitrales? —Le preguntó Hermes amablemente.

—Me parecen increíbles, ¡pero pensé que solo existían tres dioses! —Le exclamó Eithan a Hermes, quien soltó una pequeña carcajada.

—No es así originalmente eran cinco dioses, quizás Astar no te dijo nada para que te perdierás de algo importante. Así como solo un alma contratada puede asesinar a otra, igualmente un dios solo puede morir a mano de otro dios —relato Hermes muy emocionado.

—Astar casi fue asesinado por oris hace 300 años en los juegos de la inmortalidad —dijo Hermes con una sonrisa que no desaparecía de su rostro.

—¿A qué te refieres con juegos de la inmortalidad? —pregunto Eithan ansioso de saber la respuesta.

—Asi cómo están los juegos de los dioses al encontrarse más de cinco almas contratadas, también existen los juegos de la inmortalidad. El primero fue hace cinco mil años dónde falleció el quinto dios supremo Edmun el dios de la avaricia y el deseo —Respondió Hermes a Eithan quien estaba sorprendido de saber que los dioses podían morir.

—¿Cómo dan inicio los juegos de la inmortalidad? —pregunto Eithan ansioso.

—¿Estás interesado en que muera un dios? —Pregunto Hermes curioso por conocer las intenciones del chico.

—Quisiera que muera el dios Astar —Respondió Eithan con rencor.

—¿Puedo preguntar a qué se debe? —prengunto Hermes.

—No me ha hecho nada malo realmente, de hecho me dió una segunda oportunidad para vivir, pero desprecio la manera en que actúa y tengo total de seguridad de que estaría mucho mejor sin el — dijo Eithan de forma sincera.

—No comprendo muy bien el motivo pero veo que le guardas rencor —resalto Hermes al ver la expresión de Eithan.

Hermes explico a Eithan que se debía cumplir con ciertos requisitos, para solicitarlo al padre de todos. Primero se debía haber ganado más de quinientos combates individuales, segundo debía vencer en cincuenta juegos de los dioses, tercero se debía poseer un deseo otorgado por un dios, eso le daría la posibilidad de ver al padre de todos y por último tenía que entregar su alma al morir al padre de todos.

—¿A quien te refieres con el padre de todos? —pregunto Eithan desconcertado, pensaba que solo existían cinco dioses

—Claro tu no lo sabes, hay diferentes jerarquías celestiales. Están los animales, los humanos, las almas contratadas, los subordinados de los dioses, los semidioses, los dioses y en la cima de todos, se encuentra el creador de toda la existencia, nadie le conoce. ni siquiera los dioses le han visto el rostro, solo han permanecido en su presencia pero sin levantar la cabeza, ya que padre no se lo permite. El es el alfa el Omega, el inicio y el fin. O por lo menos hasta donde podemos conocer —respondió Hermes con una gran admiración hacia padre.

—Entiendo pero dudo mucho que Astar me ofrezca ese deseó, creo que conoce mis intenciones ya que lo he retado desde el inicio. Incluso añadí una cláusula a mi contrato —respondió Eithan levemente decepcionado pues se marchaban sus esperánzas.

—¿Has añadido otra cláusula a tu contrato? ¿Siquiera eso era posible?¿Cuál es la cláusula? —preguntó Hermes impactado al escucharlo.

—Si pensé que era normal ya que accedió fácilmente, la cláusula era que sería libre de mi contrato, luego de mil victorias en combates y cien juegos de los dioses  —respondió satisfecho Eithan.

—¡Es casi imposible! —exclamo Hermes

—¿Porque lo dices? —pregunto Eithan sorprendió al ver su reacción

—El problemas no son los mil combates, en estos seiscientos años he ganado nueve mil trescientos cuenta y tres combates. El detalle se encuentra en los juegos de los dioses solo he ganado sesenta y tres en estos años —Respondió Hermes

—Quiere decir que ¿has perdido algunos? —pregunto Eithan preocupado

—Chico los juegos de los dioses termina con la vida de cada alma excepto el vencedor, pero no son muy comunes. Es muy raro que se cree el momento para que inicie uno —respondió Hermes mientras Eithan comprendía porque Astar había reído a carcajadas en ese momento

—Ese dios de mierda. acepto y coloco esa condición teniendo en cuenta que era prácticamente imposible, ahora en más deseo que muera —dijo Eithan molesto

—Chico si un dios muere sus almas contratadas tienen la opción de volverse dioses, ¿Quieres ser un dios? —pregunto Hermes repentinamente

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El Contrato De Eithan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora